Opinión

TROPIEZO

Él no se fía ni de su sombra y parece que los franceses tampoco acaban de fiarse de él a tenor de las encuestas que no le son nada favorables para repetir como monarca de la república vecina. Tras el gran mitin de París, Sarkozy se quitó su reloj antes del besamanos popular no fuera que se lo afanaran. Es un gesto feo que nada le beneficia, de esos que ponen de los nervios a los directores de las campañas electorales que lo tienen todo pensado excepto una acción que sale de lo más profundo del subconsciente del candidato. Ahora vendrán explicaciones de todo tipo, que si sudaba, que si le molestaba para saludar a sus seguidores, que si? Sarkozy ha tropezado en la recta final de la campaña.

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