El teniente de alcalde de Ermua (Vizcaya), Félix Prol, incide en la gran trascendencia del voto de los emigrantes gallegos en las elecciones vascas. Prol Salgado, natural de Vilar de Barrio, rememora como una tragedia enorme el asesinato de Miguel Ángel Blanco Garrido, cuyo funeral organizó.
El limiano, nacido hace 55 años en la aldea de Gomareites, en Vilar de Barrio, Félix Prol, es edil del Ayuntamiento de Ermua desde hace 26 años y el actual primer teniente de alcalde. Desde un municipio que estará marcado para siempre por la tragedia vivida por el asesinato de Miguel Angel Blanco, Prol, del PSOE, remarca que los emigrantes gallegos en el País Vasco y, también, los ourensanos aún empadronados en Euskadi, que viven largas temporadas en villas ourensanas como Allariz, Xinzo, Verín o Maceda, pueden tener un papel decisivo en los comicios vascos del 1 de marzo.
¿Qué papel cree que jugará la emigración gallega y más concretamente ourensana en esos resultados?
Puede ser de una importancia capital. Hay que tener en cuenta que la diferencia en las encuestas entre PNV y PSE es mínima, ahora mismo, unos pocos miles de votos pueden decantar quién obtiene más sufragios y, por tanto, quien deber ser el encargado de formar el futuro gobierno de Euskadi.
Los gallegos forman un colectivo muy importante en el País Vasco, sin el que no sería entendible la historia vasca contempánea. ¿Cuál cree que es su visión política sobre la Euskadi actual?
Creo que los gallegos tenemos claro que se está viviendo el fin de un largo período de gobierno nacionalista en el País Vasco. Ahora hay una posibilidad muy factible de que el PSE pueda ser el partido más votado. Tengo claro que el colectivo gallego de Euskadi no vota al nacionalismo en su mayoría y que opta, por contra, bien por los socialistas o por el PP. La alternancia en el gobierno del País Vasco es hoy muy necesaria y pensamos que la mayoría de la gente así lo percibe.
Usted visitará A Limia, Allariz y Verín a finales de este mes, ¿por qué?
Vamos a tratar de movilizar el voto de cientos de personas que pasan largas temporadas en aldeas y villas de Ourense, pese a estar empadronados aún en ciudades vascas, como Ermua, donde han vivido muchos años. En algunos casos, esas personas, en la práctica, ya viven en Ourense, pero aún están censados en el País Vasco. Creemos que es muy trascendente movilizar el voto por correo y facilitar que esas personas puedan participar en las elecciones vascas, pese a que el 1 de marzo no estén allí. Estaremos el día 29 en Verín, el 30 en Xinzo y el 31 en Allariz, en los locales del PSOE para intentar concienciar a las personas sobre la importancia del voto por correo.
Es la primera vez que el PSE hace este tipo de campaña en Galicia
En efecto, el partido me hizo este encargo y creemos que puede ser algo importante.
Usted vivió en primera persona el secuestro y asesinato de Miguel Angel Blanco Garrido hace casi 12 años. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos días de julio de 1997?
Creo que no exagero si digo que esos días cambiaron una parte de la historia de España. Hay miles de anécdotas, la mayor parte de ellas muy dolorosas. Yo tuve que encargarme de la organización del funeral de Miguel Ángel. Contaré una de esas anécdotas. La tarde en la que le cogieron, nuestro alcalde, Carlos Totorika, estaba fuera. Le llamé para decirle que habían secuestrado a Miguel Ángel. Su reacción fue soltarme un exabrupto, ya que pensaba que yo estaba de broma, porque nadie podía creerse que estuviera pasando lo que sucedió.
¿De qué se queda de lo sucedido en aquellas terribles jornadas?
Me quedó con la solidaridad y la unión que generó en nuestro pueblo aquella horrible tragedia. El pueblo estuvo literalmente cerrado durante tres días, no había ni donde comprar el pan. Recuerdo que en un gesto que lo dice todo, la gente estuvo aplaudiendo por la libertad de Miguel Ángel durante una hora y cuarto ininterrumpidamente.
¿Cómo vive un cargo socialista o popular en el País Vasco?
En broma suelo decir, que tu matrimonio lo forman cuatro personas, tú, tu mujer y los dos escoltas. Por desgracia, esto es así, es una experiencia muy negativa, pero hay que seguir adelante.
¿Qué papel cree que jugará la emigración gallega y más concretamente ourensana en esos resultados?
Puede ser de una importancia capital. Hay que tener en cuenta que la diferencia en las encuestas entre PNV y PSE es mínima, ahora mismo, unos pocos miles de votos pueden decantar quién obtiene más sufragios y, por tanto, quien deber ser el encargado de formar el futuro gobierno de Euskadi.
Los gallegos forman un colectivo muy importante en el País Vasco, sin el que no sería entendible la historia vasca contempánea. ¿Cuál cree que es su visión política sobre la Euskadi actual?
Creo que los gallegos tenemos claro que se está viviendo el fin de un largo período de gobierno nacionalista en el País Vasco. Ahora hay una posibilidad muy factible de que el PSE pueda ser el partido más votado. Tengo claro que el colectivo gallego de Euskadi no vota al nacionalismo en su mayoría y que opta, por contra, bien por los socialistas o por el PP. La alternancia en el gobierno del País Vasco es hoy muy necesaria y pensamos que la mayoría de la gente así lo percibe.
Usted visitará A Limia, Allariz y Verín a finales de este mes, ¿por qué?
Vamos a tratar de movilizar el voto de cientos de personas que pasan largas temporadas en aldeas y villas de Ourense, pese a estar empadronados aún en ciudades vascas, como Ermua, donde han vivido muchos años. En algunos casos, esas personas, en la práctica, ya viven en Ourense, pero aún están censados en el País Vasco. Creemos que es muy trascendente movilizar el voto por correo y facilitar que esas personas puedan participar en las elecciones vascas, pese a que el 1 de marzo no estén allí. Estaremos el día 29 en Verín, el 30 en Xinzo y el 31 en Allariz, en los locales del PSOE para intentar concienciar a las personas sobre la importancia del voto por correo.
Es la primera vez que el PSE hace este tipo de campaña en Galicia
En efecto, el partido me hizo este encargo y creemos que puede ser algo importante.
Usted vivió en primera persona el secuestro y asesinato de Miguel Angel Blanco Garrido hace casi 12 años. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos días de julio de 1997?
Creo que no exagero si digo que esos días cambiaron una parte de la historia de España. Hay miles de anécdotas, la mayor parte de ellas muy dolorosas. Yo tuve que encargarme de la organización del funeral de Miguel Ángel. Contaré una de esas anécdotas. La tarde en la que le cogieron, nuestro alcalde, Carlos Totorika, estaba fuera. Le llamé para decirle que habían secuestrado a Miguel Ángel. Su reacción fue soltarme un exabrupto, ya que pensaba que yo estaba de broma, porque nadie podía creerse que estuviera pasando lo que sucedió.
¿De qué se queda de lo sucedido en aquellas terribles jornadas?
Me quedó con la solidaridad y la unión que generó en nuestro pueblo aquella horrible tragedia. El pueblo estuvo literalmente cerrado durante tres días, no había ni donde comprar el pan. Recuerdo que en un gesto que lo dice todo, la gente estuvo aplaudiendo por la libertad de Miguel Ángel durante una hora y cuarto ininterrumpidamente.
¿Cómo vive un cargo socialista o popular en el País Vasco?
En broma suelo decir, que tu matrimonio lo forman cuatro personas, tú, tu mujer y los dos escoltas. Por desgracia, esto es así, es una experiencia muy negativa, pero hay que seguir adelante.
