Con los siete votos de los ediles de su grupo, el PP, tomó posesión en un pleno de guante blanco
Josefa Asunción Morgade Rúa es, desde pasadas las 13 horas y 20 minutos de ayer, jueves 21 de enero, la nueva alcaldesa de Rairiz de Veiga a todos los efectos y tras cumplir fielmente la legalidad vigente. A esa hora, la secretaria municipal le nombraba, después de computar los votos a favor de la totalidad de la lista popular del Consistorio -los dos críticos en el anterior pleno, incluidos-, nueva regidora municipal, toda vez que un informe de la propia técnica, emitido a instancias de los dos concejales díscolos en su día y los dos del Partido Socialista, declarase que la sesión plenaria del día 15 de diciembre en la que había sido investida con anterioridad no se ajustaba a la normativa vigente.
La convocatoria extraordinaria de ayer comenzó con la aprobación del acta de la sesión anterior. Prosiguió con la toma de posesión del acta de concejal de Manuel Corderí, quien sustituía en la Corporación al dimitido Xosé Xaquín Rodríguez Ambrosio, después de que Asunción Morgade exhibiese la credencial de la junta electoral y la secretaria municipal le tomara juramento.
Llegó el momento de la aceptación del recurso de reposición presentado por la oposición y dos de los ediles populares, que fue votado por unanimidad, y que obligó a la repetición del pleno de investidura. Fue en ese instante cuando Manuel Ferreiro, uno de los críticos el día 15, desveló su intención de voto y la de su compañero, argumentando que "como agora si se está a respetar a legalidade vixente, Asunción vai contar co noso apoio".
Y así fue. En el último punto del día, Josefa Asución Morgade debió ceder su sillón presidencial a la edila, en este caso, de mayor edad, Flores Pérez, constituyéndose así la mesa que legalmente exige la normativa. Los siete votos populares invistieron a Morgade alcaldesa.
Con la votación, ya sin sorpresas y previsible después de que Josefa Asunción Morgade, que inicialmente acudió en las listas como independiente, asumiese la disciplina de la formación popular, se cierra una etapa de inestabilidad política en el pequeño concello ourensano, que le dejó sin alcalde efectivo desde el día 9 de diciembre, con la dimisión de Xosé Xaquín Rodríguez Ambrosio, y que le mantenía sin la seguridad jurídica exigida desde el 15 de diciembre, día en el que Morgade había asumido la alcaldía sin constituirse en esa sesión la mesa de edad y sin aguardar a la llegada del acta del nuevo concejal, Manuel Corderí Ferreiro, lo que hizo que fuese investida sin tres de los siete votos.
