entrevista

Ramón Villarino: "Siempre hay que tener educación, pero al llevar la pantalla, el doble"

photo_camera El limiano Ramón Villarino Losada, en la sede de la Asociación A Pantalla.

Se enfundó por primera vez el traje de la Pantalla con 4 años y lo siguió haciendo 66 más, cumpliendo siempre las normas

La primera vez que Moncho se enfundó el traje de la Pantalla tenía 4 años. Siguió haciéndolo durante 66 más, fiel a las normas y a la educación que, según explica, se deben tener presentes cuando uno se viste el símbolo del Entroido de Xinzo. Colgó la máscara con 70 porque su espalda y rodillas acababan resentidas tras cada carrera y le impedían   "dar la talla". Este empresario jubilado no puede evitar sentir morriña al recordar cómo era la fiesta de antaño: "Familiar y enxebre", algo que ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Sobre el Entroido de antaño versó su charla en la sede de la Asociación A Pantalla, a la que asistieron decenas de personas. 

¿Qué diferencias observa entre el Entroido de antes y el de ahora?

Son muy diferentes. Hace años era más íntimo, más de la gente del pueblo, ahora ya está un poco saturado. Por otra parte, si antes eran 2.000 los habitantes que había en Xinzo, 900 se disfrazaban. Es cierto que ahora hay muchas máscaras y disfraces pero vecinos del pueblo, menos. 

¿Se perdió un poco la esencia en los últimos años?

Un poco sí. El carnaval sigue siendo bueno, yo no digo que no, pero lo más "enxebre" se fue. Antes te ponías cuatro trapos y salías a la calle, otras bastaba un capuchón o te caracterizabas como un aldeano. También pienso que la gente de antaño valía mucho más para el carnaval, que era muy de parodias. Se hacían bromas a los demás pero a nadie le parecía mal, no había conflictos ni nada. Ahora vas por la calle y no conoces ni te conocen, no hay esa confianza. 

¿Cuál es la raíz, lo más significativo de la fiesta?

Las Pantallas y el hecho de haber gente disfrazada a todas horas. Ahora es una aglomeración, viene mucha gente de fuera, que no digo que sea algo malo, pero yo prefería lo de antes. 

¿Cree que habría que luchar por recuperar ese Entroido “enxebre"?

Sí, pero también creo que es imposible hacerlo. La sociedad en general ha cambiado mucho, así como la forma de vivir las fiestas, no es ni mejor ni peor. 

¿Cree que se debería respetar más la indumentaria de la Pantalla?

Sí, mucho más. Antes la capa siempre era roja, ahora se la ponen blanca, azul o de cualquier otro color. La capa tiene que ser roja, no hay más. También hay personas que, en lugar de camisa o calzoncillo blanco, llevan un chándal. Y si nos fijamos en el comportamiento, hay gente que se tira en cualquier sitio o anda a trompazos, cuando eso la Pantalla no lo hace. Siempre hay que tener educación, pero al llevar la Pantalla, el doble. 

¿Cree un traje accesible, económicamente hablando, y esto hace que se lo ponga tanta gente?

No, no es tan accesible. La última que hice yo me valió 300 euros y un collar de campanillas te vale 400. Es de los más caros, pero hay gente que se lo hace de cualquier forma. 

¿Cuántas pantallas tuvo usted?

La primera me la hizo mi padre con cuatro años y me duró hasta los 10. Luego hice tres más, la última de ellas, hace seis años. 

¿No le pica el gusanillo de ponérsela otra vez?

Claro que sí pero ya me duelen las rodillas y la espalda. Para hacer el tonto no la pongo, hay que dar la talla, eso sí, otros disfraces no llevo.

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