La parroquia alaricana de Santa Mariña de Augas Santas sigue siendo una fuente inagotable de bienes arqueológicos. La segunda campaña de excavaciones en el lugar de la Atalaya del Castro de Armea que durante el mes de julio ha desarrollado el Concello de Allariz, bajo la dirección de David Pérez y Celso Barba, ha dejado al descubierto los restos de una antigua calzada galaico-romana de 2,8 metros de ancho y 35 de largo.
Se trata de una calle que data de los siglos III y IV, de trazado recto y bien pavimentado, que divide las diferentes casas habitacionales del poblado, 'cunha canteiria exquisita', apunta el arqueólogo David Pérez.
La zona excavada abarca una superficie de 150 metros cuadrados en una continuación del territorio explorado el año pasado y donde se encontraron los primeros muros de una antigua villa galaico-romana. Según el levantamiento topográfico realizado por Pérez y Barba, el poblado de la Atalaya alcanza una extensión de 4,8 hectáreas.
Los hallazgos complementarán la ruta turística ya señalizada por el Concello y que, casi a diario, realizan nutridos grupos de turistas y profesionales del gremio. En septiembre, será el turno para las labores de restauración y consolidación de los muros, con el objetivo de que no se deterioren con el paso del invierno, así como la retirada de los escombros, incluidas algunas de las piedras que acumuló Conde Valvís en las excavaciones de los años 50 del siglo pasado.
Muy satisfecho por el resultado de esta segunda campaña, el regidor alaricano Francisco García apuntaba su deseo de seguir apoyando los trabajos en Armea. 'A expensas da situación económica, unha das nosas prioridades anuais será continuar cas excavacións na Atalaya, utilizando persoal propio, co obxeto de facela máis atractiva para os visitantes', reconocía García, si bien matizó que en un futuro próximo la intención municipal es establecer visitas guiadas y productos de merchandising que relancen, turísticamente hablando, todo el conjunto de Santa Mariña de Augas Santas.
La zona excavada abarca una superficie de 150 metros cuadrados en una continuación del territorio explorado el año pasado y donde se encontraron los primeros muros de una antigua villa galaico-romana. Según el levantamiento topográfico realizado por Pérez y Barba, el poblado de la Atalaya alcanza una extensión de 4,8 hectáreas.
Los hallazgos complementarán la ruta turística ya señalizada por el Concello y que, casi a diario, realizan nutridos grupos de turistas y profesionales del gremio. En septiembre, será el turno para las labores de restauración y consolidación de los muros, con el objetivo de que no se deterioren con el paso del invierno, así como la retirada de los escombros, incluidas algunas de las piedras que acumuló Conde Valvís en las excavaciones de los años 50 del siglo pasado.
Muy satisfecho por el resultado de esta segunda campaña, el regidor alaricano Francisco García apuntaba su deseo de seguir apoyando los trabajos en Armea. 'A expensas da situación económica, unha das nosas prioridades anuais será continuar cas excavacións na Atalaya, utilizando persoal propio, co obxeto de facela máis atractiva para os visitantes', reconocía García, si bien matizó que en un futuro próximo la intención municipal es establecer visitas guiadas y productos de merchandising que relancen, turísticamente hablando, todo el conjunto de Santa Mariña de Augas Santas.
