A cobiza dos Souto, una telenovela grabada íntegramente en Allariz con pocos medios y mucho humor tiene en vilo a media villa del Arnoia. La trama de desencuentros familiares, con una herencia de por medio, está escrita, dirigida y protagonizada por medio centenar de vecinos. Tras la emisión de los dos primeros capítulos en un abarrotado salón de actos de la Casa da Cultura, los ciberespectadores esperan ahora los nuevos episodios que se prevé que empiecen a grabar tras el descanso navideño.
Una finca con posible aprovechamiento termal y tres hermanos alrededor de la herencia de su madre fallecida. Así termina la primera parte de A cobiza dos Souto. Una telenovela que ha suscitado la curiosidad de los alaricanos tras su estreno en la Casa da Cultura y su emisión en la plataforma digital (www.allariz.com). Tino, Juan, Guillerme, Pilar o Esteban son algunos de los protagonistas de este proyecto audiovisual que ha logrado unir a jóvenes y mayores en un proyecto de acercamiento a las nuevas tecnologías. La iniciativa nació como base para aprender a utilizar los aparatos electrónicos y hemos demostrado que con pocos medios se pueden hacer grandes cosas, subraya Patricia Blanco, una de las técnicas municipales que colabora en el audiovisual, ambicioso pero sin presupuesto. La respuesta de la gente nos ha sobrepasado, afirma. Por el momento, se han grabado los dos primeros capítulos, con una excelente acogida entre los vecinos y los ciberespectadores, pero habrá una segunda entrega después de estas fiestas.
Un matrimonio escuchando las esquelas necrológicas, una imagen muy típica en la rutina diaria del medio rural, marca el inicio de una trama muy de telenovela pero donde se detectan guiños a la historia y tradición local. El puente de Vilanova, el Monte do Castelo o el Fogar dos Maiores se cuelan entre las escenas. Casi sin quererlo, nos ha servido para promocionar la villa, coinciden los técnicos de Promoción Económica, quienes agradecen la colaboración de los vecinos que cedieron sus casas y comercios para hacer posible este proyecto.
Medio centenar de alaricanos participan en el serial en la que se supone su primera experiencia televisiva, con excepción de algunos vecinos de Queiroás, que son asiduos a protagonizar obras de teatro en plan, puntualizan los técnicos municipales quienes matizan que lo que más nos llamó la atención es ver que gente que no participaba en otras actividades municipales se ha volcado con la telenovela, matizaba Blanco.
Todo un regalo
Para mí es un regalo, me lo he pasado genial, afirmaba una de las protagonistas más longevas, Lola Cid. A punto de cumplir 80 años, esta ha sido su primera experiencia televisiva y espera que no sea la última. Mi nieta presume en la Universidad de tener una abuela actriz. Yo, que nunca quise estudiar, leo entusiasmada los guiones que nos pasan, relata.
Un matrimonio escuchando las esquelas necrológicas, una imagen muy típica en la rutina diaria del medio rural, marca el inicio de una trama muy de telenovela pero donde se detectan guiños a la historia y tradición local. El puente de Vilanova, el Monte do Castelo o el Fogar dos Maiores se cuelan entre las escenas. Casi sin quererlo, nos ha servido para promocionar la villa, coinciden los técnicos de Promoción Económica, quienes agradecen la colaboración de los vecinos que cedieron sus casas y comercios para hacer posible este proyecto.
Medio centenar de alaricanos participan en el serial en la que se supone su primera experiencia televisiva, con excepción de algunos vecinos de Queiroás, que son asiduos a protagonizar obras de teatro en plan, puntualizan los técnicos municipales quienes matizan que lo que más nos llamó la atención es ver que gente que no participaba en otras actividades municipales se ha volcado con la telenovela, matizaba Blanco.
Todo un regalo
Para mí es un regalo, me lo he pasado genial, afirmaba una de las protagonistas más longevas, Lola Cid. A punto de cumplir 80 años, esta ha sido su primera experiencia televisiva y espera que no sea la última. Mi nieta presume en la Universidad de tener una abuela actriz. Yo, que nunca quise estudiar, leo entusiasmada los guiones que nos pasan, relata.
