Dos equipos, el humano y el animal protagonizado por una manada de burros, son los responsables del éxito del programa de estimulación multifuncional asistido que, desde hace 15 años, desarrolla la Asociación Andrea de Allariz.
La aldea de San Salvador dos Penedos, en pleno camino xacobeo a Santiago y zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Área de Allariz, es el escenario donde varias asociaciones provinciales que trabajan con personas en desventaja física, psíquica o social, están desarrollando las actividades terapéuticas en el marco de un programa cofinanciado por la Diputación de Ourense. "Hoy día existen numerosas investigaciones científicas que demuestran el carácter terapéutico del contacto con los animales, dentro de un programa riguroso dirigido y mediado por profesionales del campo de la salud física y mental", destaca Elsa Pérez, psicóloga de Andrea.
Las actividades tienen como objetivo apoyar el desarrollo comunicativo y cognitivo, emocional, físico y también social de los participantes, entre los que hay adolescentes, adultos y personas mayores. "El vínculo emocional que se crea al interactuar con un ser vivo, supone una fuerte estimulación a nivel cerebral que aprovechamos para mejorar, aumentar, potenciar o restablecer diversas funciones cognitivas, como la atención, la memoria o el aprendizaje", explica Pérez quien, por encima de todo, destaca la alegría que comparten los usuarios por poder disfrutar de la compañía de los burros.
