Hay una importante carencia de personal sanitario, advierte a sus colegas de profesión José Manuel Solla, médico titular de Allariz que ayer partía hacia Haití.
Desde que el pasado 12 de enero un terremoto de magnitud 7,3 en la escala Richter redujera a escombros la capital de Haití, las noticias de equipos y voluntarios que viajan al país más pobre del continente americano se han sucedido día tras día. Ayer, en uno de esos vuelos embarcaba José Manuel Solla. Diplomado en Sanidad y especialista en Medicina General, Solla es oriundo de Pontevedra pero desde hace años ejerce como médico titular del centro de salud del Concello de Allariz. Ayer, a las 13.00 horas cogía en Madrid un avión rumbo al país caribeño, dentro de una nueva misión dirigida por la organización no gubernamental, Mensajeros de la Paz.
¿Cómo decidió embarcarse en este proyecto?
Fue una iniciativa que nos propusieron desde la organización no gubernamental y el padre Ángel García. Necesitaban profesionales de medicina general que estuvieran capacitados para manejar ecógrafos y decidí colaborar en la misión.
¿Quién integra el equipo que le acompaña en la misión?
Somos un grupo de diez personas procedentes de diferentes puntos de la geografía española, entre los que se encuentran cirujanos, traumatólogos, médicos de familia, matronas y enfermeros. Además, viaja con nosotros Jesús Sánchez Martos, doctor en medicina y catedrático de educación para la salud de la Universidad Complutense.
¿Cuál es su destino?
Se trata de una misión organizada por Mensajeros de la Paz para sustituir a un equipo que ya está trabajando en Miragoane. Una localidad ubicada al sur de Haití, a unos 130 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe. Según las noticias que nos han trasmitido nuestros compañeros en el país caribeño, el hospital Santa Teresa donde están colaborando tiene una importante carencia de personal sanitario y tambien de medios. Es por eso que, en la maleta, entre el material de primera necesidad, hemos logrado incluir un ecógrafo portátil.
¿Cuánto tiempo permanecerán allí?
Depende, pero por el momento se ha establecido la estancia en diez días. Ya nos han advertido que la situación allí es muy dura, que se realizan jornadas maratonianas de entre 12 y 14 horas, por lo que no es recomendable ni soportable extenderse de esa fecha.
¿Está mentalizado para lo que se va a encontrar?
Creo que sí. Todos hemos visto las imágenes y las noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación y, aunque nunca he vivido en primera persona un desastre natural de esta magnitud, tengo experiencia en cooperación en países en desarrollo.
¿Qué les diría a las personas que se quedan?
Que se animen a viajar a Haití. La situación en el país caribeño es tremenda y va para largo. Esto no es algo de dos días y que después se olvida. Se necesitan manos y ayuda para conseguir sacar adelante el país.
¿Cómo decidió embarcarse en este proyecto?
Fue una iniciativa que nos propusieron desde la organización no gubernamental y el padre Ángel García. Necesitaban profesionales de medicina general que estuvieran capacitados para manejar ecógrafos y decidí colaborar en la misión.
¿Quién integra el equipo que le acompaña en la misión?
Somos un grupo de diez personas procedentes de diferentes puntos de la geografía española, entre los que se encuentran cirujanos, traumatólogos, médicos de familia, matronas y enfermeros. Además, viaja con nosotros Jesús Sánchez Martos, doctor en medicina y catedrático de educación para la salud de la Universidad Complutense.
¿Cuál es su destino?
Se trata de una misión organizada por Mensajeros de la Paz para sustituir a un equipo que ya está trabajando en Miragoane. Una localidad ubicada al sur de Haití, a unos 130 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe. Según las noticias que nos han trasmitido nuestros compañeros en el país caribeño, el hospital Santa Teresa donde están colaborando tiene una importante carencia de personal sanitario y tambien de medios. Es por eso que, en la maleta, entre el material de primera necesidad, hemos logrado incluir un ecógrafo portátil.
¿Cuánto tiempo permanecerán allí?
Depende, pero por el momento se ha establecido la estancia en diez días. Ya nos han advertido que la situación allí es muy dura, que se realizan jornadas maratonianas de entre 12 y 14 horas, por lo que no es recomendable ni soportable extenderse de esa fecha.
¿Está mentalizado para lo que se va a encontrar?
Creo que sí. Todos hemos visto las imágenes y las noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación y, aunque nunca he vivido en primera persona un desastre natural de esta magnitud, tengo experiencia en cooperación en países en desarrollo.
¿Qué les diría a las personas que se quedan?
Que se animen a viajar a Haití. La situación en el país caribeño es tremenda y va para largo. Esto no es algo de dos días y que después se olvida. Se necesitan manos y ayuda para conseguir sacar adelante el país.
