Charlas, talleres, carreras y, sobre todo, la visita canina de Xana y Luna, con sus socias asturianas de Impronta, permitió sumar un granito de arena para prolongar esa mirada de empatía infantil
El Padre Feijoo de Allariz conmemoró el Día Mundial del síndrome de Tourette
Un trastorno neurológico que se caracteriza por tics motores y fónicos involuntarios y que pasó a formar parte del día a día del centro hace un año y medio, cuando le fue diagnosticada esta patología a uno de sus alumnos. A través de cuentos, vídeos y alguna que otra fiesta, compañeros y profesores han ido normalizando una situación que ayer vivió un nuevo y emotivo capítulo con la celebración de unas jornadas de sensibilización, que incluyeron talleres, conferencias y carreras.
“Tourette”, deletreaba una pequeña en la camiseta de una de las monitoras de Impronta que ayer se desplazaban de Asturias a Allariz para impartir unha charla para visibilizar este síndrome en particular y la diversidad en general. “Ah! os tics!”, se respondía a sí misma para volver a la fila que la llevaría a participar en la carrera organizada por los profesores para naturalizar y normalizar las diferencias. “Ser iguais é aburrido, o divertido é ser diferentes”, coincidían en sus manifestaciones la familia y el profesorado.
Un jornada llena de sorpresas en el Padre Feijoo
La colaboración entre la familia de Martín -así se llama el pequeño con Tourette- y el centro hizo posible una jornada que arrancó con la visita sorpresa de Luna y Xana, miembros perrunos de Impronta, una empresa asturiana especializada en las intervenciones asistidas con perros. “Estas jornadas dan visibilidad al mundo de la discapacidad y lo que los perros de asistencia pueden hacer por ellas”, explicaba la ponente Horvi Vidal, quien ahondaba en el interés por mejorar la calidad de vida de las personas, siendo los perros su herramienta más valiosa, “siempre desde el máximo respeto al bienestar animal”.
A su lado estaba Carmen López, campeona del mundo de surf adaptado y la primera persona europea invidente con certificado de estructura de perros de asistencia. “Personalmente, es muy gratificante escuchar como los niños, con y sin discapacidad, dicen que soy un ejemplo para ellos, porque ven que se puede y que les motivo para seguir”, declaraba esta joven asturiana, un ejemplo de perseverancia que conmovió con su historia de superación personal -además de su ceguera fue víctima de bullying en su etapa escolar- y cómo disfruta sin barreras de su maratoniana jornada: “Mañana salgo para Canarias para competir y después, a Santander”, dijo sin olvidar el trabajo con Selva, una perra que está educando por el método Pellitero para convertirse en su nueva compañera: “Luna ya tiene once años…”, dijo.
Los alaricanos también tuvieron la oportunidad de conocer a Xana, una perra de raza Labrador que esta primavera ha participado en un programa en el colegio Terra de Maside. “Xana nos ha ayudado en el fomento a la lectura, en el trabajo cooperativo… Los perros llegan a algunas cosas que nosotros no somos capaces”, explicaba su dueña y profesora Nuria González.
Con la entrega de las últimas medallas, el Padre Feijoo despedía un día que Martín y sus compañeros no olvidarán fácilmente. “Dexesaríamos que esa mirada de empatía da cativada perdurara no tempo e así desbancar as situacións de bullying e acoso escolar que se sufren nos ámbitos infantís”, incidían los profesores.
