La Confederación Hidrográfica investiga si su origen puede estar en la estación depuradora de aguas
La aparición de truchas muertas en el río Arnoia ha encendido todas las alarmas en Allariz. La presa de O Briñal, ubicada aguas abajo de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Allariz, ha sido el escenario donde los agentes medioambientales han recogido en los últimos días "más de 200 truchas, algún percasol y varios peces pequeños", afirma el presidente de la Sociedad de Pesca Alaricana, Ignacio Conde, que el pasado domingo alertaba de la situación a través del 112 Galicia.
Los hechos salieron a luz el día 3 de septiembre "pero el episodio causante muy probablemente se produjo alguno de los días anteriores", comentan desde la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, organismo encargado de tomar las muestras, tanto de la zona de vertido de la EDAR, como en el río Arnoia (aguas arriba y abajo de la depuradora).
La muerte de los peces, según el organismo de la cuenca, se debe posiblemente a la falta de oxígeno disuelto en el río como consecuencia de un posible vertido urbano puntual "de aguas sin depurar de la EDAR o del aliviadero ubicado aguas arriba de la EDAR". Este hecho, explican desde la Confederación Hidrográfica, causó un aporte de materia orgánica al río que consumió el oxígeno del agua y, unido a que el escaso caudal no tiene capacidad de dilución ante vertidos de agua sin depurar, pudo provocar la mortandad de los peces.
Resultado de los análisis
No obstante, desde la Confederación están a la espera del resultado de las analíticas para corroborar esta situación y, en el caso de que se haya producido un incumplimiento de las condiciones de autorización de vertido, no descartan iniciar un procedimiento sancionador contra el Concello de Allariz.
La Consellería de Medio Ambiente también tiene constancia del suceso. Los agentes medioambientales están investigando las causas de la muerte de los ejemplares, que todavía non han podido cuantificar con exactitud, "ya que la turbidez de las aguas les están complicando esta tarea", apuntaban desde la consellería.
Desde el Concello, titular de la EDAR que gestiona la empresa Espina y Delfín, no comparten la hipótesis del organismo hídrico. A expensas de conocer los resultados de las analíticas, y mismo de realizar un segundo estudio, el alcalde Francisco García asegura que "non temos ningunha incidencia por parte da concesionaria sobre un mal funcionamento da depuradora ou mesmo de que se producise algunha vertedura".
El regidor nacionalista considera que la muerte de los ejemplares, un centenar según los datos aportados por la Policía Local y Protección Civil de Allariz, es más bien una consecuencia de las condiciones de sequía extrema que padece la provincia "e a falta de osíxeno na auga provocou esta situación", matizaba García, al tiempo que lamentaba que "ninguén, salvo o Concello, se preocupou por manter as presas dos antigos muíños para garantir unha lámina de auga cunhas mínimas condicións, como ocorre augas arriba", dijo en referencia al tramo más urbano del río.
Denuncia judicial
La Sociedad de Pesca Alaricana, compuesta por 78 socios, habla de un caso de contaminación "grave" y "tercermundista", a la vez que anuncia que presentarán la correspondiente denuncia para tratar de evitar que esta situación se vuelva a repetir. "Me da rabia porque a raíz de las tormentas alertamos de que algo así podía pasar, forma parte del funcionamiento habitual de la depuradora. La pena es que lo hice a través de una llamada de teléfono y no por escrito", aseguraba Conde.
En la actualidad, los niveles de oxígeno del río Arnoia ya se están recuperando y los parámetros del vertido indican niveles normales de pH.
Las aguas del río, tema sensible para los alaricanos
Un vertido de la EDAR de Allariz ya originó, hace cinco años, una situación similar con la muerte de decenas de ejemplares en el río Arnoia. "Por unha tormenta faltou a luz e a depuradora deixou de funcionar, provocando un vertido directo", reconocía el alcalde, que entiende que no hay datos de que a día de hoy le hagan pensar que esa situación se haya vuelto a repetir.
El río Arnoia es un tema muy sensible para los alaricanos. Precisamente la aparición de truchas muertas en su cauce fue el detonante que originó, en el verano de 1989, la revuelta que acabó con la salida del PP del grupo de gobierno municipal y el inicio del mandato del BNG.
