Los operarios regresarán este año al campamento romano Aquis Querquennis en Bande después de que la Fundación Aquae Querquennae-Vía Nova se viera obligada a suspender en 2012 las excavaciones por la falta de financiación autonómica. 'Este ano contamos cuns aforros, uns 26.000 euros, que destinaremos á consolidación dos barracóns excavados en anos anteriores', explicaba Antonio Rodríguez Colmenero, arqueólogo y vicepresidente de la fundación tras la reunión del patronato celebrado ayer en Porto Quintela.
En la sesión ordinaria, donde se aprobaron las cuentas de 2012 y el programa de actividades para el presente ejercicio, Rodríguez Colmenero ahondó en la necesidad de consolidar los restos de dos barracones de tropa, lo que permitirá ampliar en unos seiscientos metros cuadrados la parte descubierta del antiguo campamento romano.
En el transcurso de la sesión también se presentó el proyecto enviado al Ministerio de Cultura para la declaración de la Vía Nova como Bien de Interés Cultural (BIC), 'algo fundamental se queremos que a Unesco declare la vía Patrimonio da Humanidade', aseguró Rodríguez, que explicó que la petición incluye la limpieza del castro de Lobosandaos, la señalización de un tramo de la calzada romana y la adquisición de audioguías para el centro de interpretación. Los patronos dieron, a su vez, el visto bueno a la andaina por la Vía Nova que, en cuatro etapas, se desarrollará los fines de semana de julio y septiembre por el territorio luso. 'Para potenciar o noso legado é o noso deber, andalo e isa será a pauta que imos a seguir hasta chegar a Astorga', concluyó.
El imperio romano reclutaba soldados en Galicia para dotar a su ejército
El ejército romano reclutó en Galicia y el noroeste peninsular a soldados para operar en distintos puntos de Europa central y en Siria, afirmó ayer en Santiago el investigador José Manuel Costa, autor de la primera monografía arqueológica de los asentamientos militares de los primeros siglos de la era cristiana.
Los soldados romanos culminaron hacia el año 19 A.C. la conquista de la península ibérica tras una campaña supuestamente liderada por el propio emperador Cesar Augusto, y, posteriormente, Galicia albergó una serie de asentamientos militares que fueron cobrando menor relevancia tras un periodo de pacificación, según Costa, que ha estudiado varios yacimientos penínsulares.
Como ocurrió en otros puntos del Imperio, los militares procedieron a reclutar soldados locales que, en el caso de esa zona, fueron no sólo 'para servir aquí', sino también para operar en otros puntos del continente. 'Hubo unidades completas que fueron enviadas fuera de la península', a diversos territorios de las islas británicas, del centro de Europa o incluso de Rumanía, y hasta de la actual Siria, indicó Costa.
En el transcurso de la sesión también se presentó el proyecto enviado al Ministerio de Cultura para la declaración de la Vía Nova como Bien de Interés Cultural (BIC), 'algo fundamental se queremos que a Unesco declare la vía Patrimonio da Humanidade', aseguró Rodríguez, que explicó que la petición incluye la limpieza del castro de Lobosandaos, la señalización de un tramo de la calzada romana y la adquisición de audioguías para el centro de interpretación. Los patronos dieron, a su vez, el visto bueno a la andaina por la Vía Nova que, en cuatro etapas, se desarrollará los fines de semana de julio y septiembre por el territorio luso. 'Para potenciar o noso legado é o noso deber, andalo e isa será a pauta que imos a seguir hasta chegar a Astorga', concluyó.
El imperio romano reclutaba soldados en Galicia para dotar a su ejército
El ejército romano reclutó en Galicia y el noroeste peninsular a soldados para operar en distintos puntos de Europa central y en Siria, afirmó ayer en Santiago el investigador José Manuel Costa, autor de la primera monografía arqueológica de los asentamientos militares de los primeros siglos de la era cristiana.
Los soldados romanos culminaron hacia el año 19 A.C. la conquista de la península ibérica tras una campaña supuestamente liderada por el propio emperador Cesar Augusto, y, posteriormente, Galicia albergó una serie de asentamientos militares que fueron cobrando menor relevancia tras un periodo de pacificación, según Costa, que ha estudiado varios yacimientos penínsulares.
Como ocurrió en otros puntos del Imperio, los militares procedieron a reclutar soldados locales que, en el caso de esa zona, fueron no sólo 'para servir aquí', sino también para operar en otros puntos del continente. 'Hubo unidades completas que fueron enviadas fuera de la península', a diversos territorios de las islas británicas, del centro de Europa o incluso de Rumanía, y hasta de la actual Siria, indicó Costa.
