Antes de que las lluvias de otoño y las nevadas del frío invierno propicien el incremento del caudal del embalse de As Conchas, es visita obligada para los ourensanos acercarse hasta la desconocida Baixa Limia y, en especial, a uno de los conjuntos arqueológicos romanos más importantes de la península, el Aquis Querquennis.
A medio camino entre el área recreativa de Porto Quintela y la termal de O Baño, en Bande, un bosque de carballos y castiñeiros protege la parte descubierta del antiguo campamento militar levantado en el siglo I por las tropas del imperio que trabajaban en la construcción de la Vía Nova. 'Después de la ciudad de Lugo, es el campamento romano mas extensamente excavado de la península y, por lo tanto, el mejor conservado y más conocido del mundo', asegura Antonio Rodríguez Colmenero, arqueólogo, profesor y uno de los impulsores del conjunto arqueológico.
El yacimiento está compuesto por un campamento militar donde apenas se ha excavado la mitad de las 2,5 hectáreas de extensión, 'así como una mansión viaria que, de forma discontinua, se extiende a lo largo de 30 hectáreas', relata Rodríguez Colmenero, quien lamenta que, al contrario que el campamento, 'la mansión está por descubrir'.
GELIFRACCIÓN
Más allá de su importancia histórica y de extensión, la peculiaridad del yacimiento radica en su permanencia alrededor de 120 días al año (de marzo a octubre) bajo las aguas del embalse de As Conchas. Una situación que, tal y como confirma Rodríguez Colmenero, tiene sus pros y contras. 'Por un lado, protege a las piedras de la gelifracción (el hielo no ataca los poros e impide que las piedras estallen con cambios bruscos de temperatura). Pero, si no se tiene cuidado, el agua puede dejar si cubrir algunas piedras, desplazándolas de su emplazamiento. Además de no poderse visitar'.
Una situación que motivó, hace algún tiempo, que el Concello de Bande iniciara los trámites para lograr una disminución del caudal. 'La decisión no depende de la empresa, el yacimiento se encuentra en una zona definida como inundable, lo que es difícil que se pueda modificar', señalaban desde Gas Natural-Unión Fenosa.
El yacimiento está compuesto por un campamento militar donde apenas se ha excavado la mitad de las 2,5 hectáreas de extensión, 'así como una mansión viaria que, de forma discontinua, se extiende a lo largo de 30 hectáreas', relata Rodríguez Colmenero, quien lamenta que, al contrario que el campamento, 'la mansión está por descubrir'.
GELIFRACCIÓN
Más allá de su importancia histórica y de extensión, la peculiaridad del yacimiento radica en su permanencia alrededor de 120 días al año (de marzo a octubre) bajo las aguas del embalse de As Conchas. Una situación que, tal y como confirma Rodríguez Colmenero, tiene sus pros y contras. 'Por un lado, protege a las piedras de la gelifracción (el hielo no ataca los poros e impide que las piedras estallen con cambios bruscos de temperatura). Pero, si no se tiene cuidado, el agua puede dejar si cubrir algunas piedras, desplazándolas de su emplazamiento. Además de no poderse visitar'.
Una situación que motivó, hace algún tiempo, que el Concello de Bande iniciara los trámites para lograr una disminución del caudal. 'La decisión no depende de la empresa, el yacimiento se encuentra en una zona definida como inundable, lo que es difícil que se pueda modificar', señalaban desde Gas Natural-Unión Fenosa.
