Los vecinos aunaron esfuerzos para celebrar el evento,ante el recorte del Concello en la subvención anual a esta fiesta

Cientos de comensales saborearon el cabrito más popular del carnaval

Aspecto que presentó el pabellón. (Foto: Luis Blanco.)
Los boteiros presidieron ayer el pasacalles multicolor del Entroido en Vilariño de Conso. Tras unas intensas semanas donde la celebración ha estado enturbiada por la decisión del alcalde Ventura Sierra de suspender la Festa do Cabrito (por motivos económicos) y que en un tiempo récord organizó un grupo de vecinos, la población sacó a la calle sus mejores galas y se unieron a la troula formada por los diferentes folións llegados desde las parroquias.
Siguiendo el esquema que estos días se repite en los concellos de toda la provincia, la variopinta comitiva recorrió calles y plazas llenando de alegría y colorido todo lo que había a su paso. A partir de las dos de la tarde, princesas, piratas, vaqueros y una amplia variedad de fauna salvaje se unió a los parroquianos para compartir mesa y mantel en la rebautizada como 'Xuntos polos Folións'.

Familas y grupos de amigos disfrutaron del evento gastronómico más popular de los últimos años, donde los vecinos trabajaron codo con codo como camareros para atender las mesas. Organización que ayer aseguraron que repetirán en próximas ediciones si el Concello mantiene la suspensión de la fiesta. Tras un copioso menú a base de cabrito asado, empanada, chorizo, bica y licores varios, los integrantes de los distintos folións siguieron con el desfile, desde el colegio hasta la calle Toural.

Una comitiva caracterizada por la concurrida presencia de máscaras locales que tratan de escenificar la sociedad actual, pero de una forma crítica y humorística.

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