Cuatro meses después de la clausura del Colegio de Educación Infantil y Primaria de Lobeira, discrepancias entre el Concello que dirige el popular Emilio Higuero y la Consellería de Educación mantienen paralizada la desafectación del grupo escolar. Mientras que el Concello planea la reconversión del centro en una residencia de ancianos, el delegado provincial, Gonzalo Iglesias Sueiro, solicita al alcalde que se aclare si está o no a favor del cierre definitivo del colegio, antes de pedir la desafectación del edificio.
Las discrepancias entre la Consellería de Educación y el Concello de Lobeira mantienen paralizada la desafectación del edificio del antiguo colegio de Lobeira, que fue clausurado el pasado mes de junio. El objetivo del Concello de Lobeira pasa, según el alcalde, Emilio Higuero, por reconvertir las dependencias del grupo escolar en una residencia de ancianos. Lobeira ten os mesmos dereitos que outros concellos e creemos que o futuro do edificio pasa pola posta en marcha dunha residencia para maiores. Como o grupo escolar é grande, cabería a posibilidade de incluir dous ou tres apartamentos pensando nos matrimonios e tamén un centro de día, explicaba el alcalde popular, Emilio Higuero, quien aseguraba que, xa falamos con Educación sobre a desafectación do edificio, e contestáronos que esperásemos un tempo, por si poideran vir novas familias con nenos o municipio, matizaba Higuero.
Desde la delegación provincial de Educación, el delegado Gonzalo Iglesias Sueiro explica que, esperar un tiempo para solicitar la desafectación del edificio depende de la estrategia de cada concello, no de la Consellería de Educación. Cuando se procedió a la clausura del colegio, nuestra intención pasaba por desafectar el edificio para destinarlo a servicios sociales, señalaba el delegado provincial que, cuatro meses después, asegura que no se ha recibido ningún acuerdo plenario del Concello de Lobeira solicitando la desafectación del inmueble, al contrario. En julio recibimos una carta agresiva, donde se tachaba de caprichosa la clausura del colegio, cuando fue un acuerdo tomado entre todas las partes, matizaba Iglesias Sueiro.
Sobre la posible reconversión del centro en una residencia de ancianos, el delegado señalaba que estamos dispuestos a desafectar el edificio, ahora bien, cuando se solicite, que se haga como es debido y con todas las consecuencias.
TRES DÉCADAS DEDICADAS A LA ENSEÑANZA
De 193 a 10 alumnos matriculados
El pasado día 20 de junio, los últimos diez alumnos del Colegio de Educación Infantil y Primaria se despedían para siempre de las instalaciones construidas por el boom demográfico de los años 70, donde el grupo escolar alcanzó los 193 alumnos matriculados.
La despoblación del rural, unida a una disminución de la natalidad, ha ido provocando un descenso progresivo del alumnado hasta que, hace tres años, la Consellería de Educación y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos iniciaron las negociaciones para debatir el futuro del centro. Curso a curso, se ha ido hablando con los padres hasta que, el año pasado se optó por la clausura de las instalaciones pensando, por encima de todo, en la socialización de los niños, resumía Iglesias Sueiro. Hoy, la mayoría de esos alumnos, continúan sus estudios en el CEIP de Bande.
Desde la delegación provincial de Educación, el delegado Gonzalo Iglesias Sueiro explica que, esperar un tiempo para solicitar la desafectación del edificio depende de la estrategia de cada concello, no de la Consellería de Educación. Cuando se procedió a la clausura del colegio, nuestra intención pasaba por desafectar el edificio para destinarlo a servicios sociales, señalaba el delegado provincial que, cuatro meses después, asegura que no se ha recibido ningún acuerdo plenario del Concello de Lobeira solicitando la desafectación del inmueble, al contrario. En julio recibimos una carta agresiva, donde se tachaba de caprichosa la clausura del colegio, cuando fue un acuerdo tomado entre todas las partes, matizaba Iglesias Sueiro.
Sobre la posible reconversión del centro en una residencia de ancianos, el delegado señalaba que estamos dispuestos a desafectar el edificio, ahora bien, cuando se solicite, que se haga como es debido y con todas las consecuencias.
TRES DÉCADAS DEDICADAS A LA ENSEÑANZA
De 193 a 10 alumnos matriculados
El pasado día 20 de junio, los últimos diez alumnos del Colegio de Educación Infantil y Primaria se despedían para siempre de las instalaciones construidas por el boom demográfico de los años 70, donde el grupo escolar alcanzó los 193 alumnos matriculados.
La despoblación del rural, unida a una disminución de la natalidad, ha ido provocando un descenso progresivo del alumnado hasta que, hace tres años, la Consellería de Educación y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos iniciaron las negociaciones para debatir el futuro del centro. Curso a curso, se ha ido hablando con los padres hasta que, el año pasado se optó por la clausura de las instalaciones pensando, por encima de todo, en la socialización de los niños, resumía Iglesias Sueiro. Hoy, la mayoría de esos alumnos, continúan sus estudios en el CEIP de Bande.
