Francisco Vila Romero, de 29 años de edad, sufrió un trágico accidente en la autopista M-40

Muíños despide al taxista que falleció el sábado en Madrid

La comitiva fúnebre, momentos antes de entrar en la iglesia de Barxés, en Muíños (Foto: MARCOS ATRIO)
La iglesia de Santa María de Barxés, en el ayuntamiento de Muíños, albergó ayer el doloroso y emotivo adiós de Francisco Vila Romero, el joven taxista que el pasado 10 de diciembre fallecía en Madrid.
Amigos y vecinos quisieron estar muy cerca de la familia del fallecido, un chico 'bueno, agradable y muy integrado en las pandillas del pueblo', comentaba el alcalde, Plácido Álvarez, muy afectado al igual que sus convecinos por la muerte repentina del joven taxista que heredó el oficio de su progenitor. 'Aquí todos nos conocemos y, aunque él emigró como otras muchas personas de la zona, nunca perdieron el contacto y venían muy a menudo', matizaba.

El trágico suceso tuvo lugar el pasado sábado 10 de diciembre sobre las siete y media de la mañana en el kilómetro 57 de la autopista M-40, una zona que, según los testigos, en esos momentos tenía 'serias dificultades' de visibilidad como consecuencia de la 'intensa niebla'. Según informaban los servicios de emergencias de la capital, por causas que se desconocen y que están siendo investigadas por la Guardia Civil, Francisco Vila circulaba en sentido contrario al de la marcha y chocó frontalmente contra un Seat Ibiza. Fue al bajar de su vehículo para señalizar el accidente cuando el joven taxista fue arrollado por un todoterreno.

La Gremial del Autotaxi de Madrid envió ayer su 'más sentido pésame' a la familia del fallecido. A través de un comunicado firmado por el presidente de la asociación, Julio Moreno, la Gremial enviaba sus 'condolencias' y 'cariño en estos difíciles momentos' a los padres, Francisco y Carmen; a su novia, Ana, y a sus hermanos, José Manuel y Mari Carmen.

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