Entrimo inauguró el calendario gastronómico comarcal con la ‘Festa da empanada e da cachena’

Música, mercado y un menú tradicional

Las carpas instaladas para la ocasión se quedaron escasas para los más de 1.600 comensales. (Foto: L.F.)
Una empanada a base de pan de maíz, chorizo y tocino (forquellas), un plato de carne ‘o caldeiro’, pan y vino fue el menú que ayer degustaron en el campo de la fiesta de A Terrachá, en el Concello de Entrimo, más de 1.600 comensales llegados desde distintos ayuntamientos de la provincia, Galicia y norte de Portugal. El buen tiempo y la celebración de la feria mensual fueron un complemento de éxito para la celebración de la fiesta encargada de inaugurar el calendario gastronómico en A Baixa Limia.
Música, mercado y un menú tradicional parecen ser una fórmula segura para garantizar el éxito de una fiesta local. Los vecinos de Entrimo, acompañados por centenares de personas procedentes desde diferentes municipios ourensanos, gallegos e incluso del norte de Portugal, inauguraron ayer el calendario gastronómico comarcal con la celebración de la ‘VI Festa da exaltación da empanada de forquellas e carne de cachena da Serra do Quinxo’. Más de 1.600 personas se dieron cita en el campo da feira de A Terrachán para degustar un consistente menú compuesto por empanada de ‘forquellas’ (con harina de maíz, chorizo y tocino como principales ingredientes), carne de cachena ‘o caldeiro’, pan y vino. ‘Está delicioso’, resumía el matrimonio compuesto por Manuel y Dolores, quienes cada año se desplaza desde la ciudad de As Burgas hasta A Baixa Limia para degustarlo. El buen tiempo, con temperaturas que superaron los 25 grados y la coincidencia con la celebración del mercado mensual (que se celebra el primer domingo de mes), favorecieron la presencia de numerosos visitantes de uno y otro lado de la frontera. ‘Aquí o galego e o portugués son un só’, bromeaban dos vecinos de Ponte da Barca (Portugal), a la sombra de la arbolada de la Alameda.

Tras una mañana de compras por la ‘feira’, sólo interrumpida por el constante tráfico de vehículos que atravesaban en uno y otro sentido la avenida de Santa María la Real (la carretera OU-1212 a su paso por la capitalidad municipal), pasadas las 13.30 horas comenzaban las colas para recoger los vales de la comida, que incluían un plato y una taza conmemorativa. ‘Vamos por los 550 comensales y todavía falta para las dos de la tarde’, señalaban las mujeres encargadas de la venta.

Cinco horas cocinando

A las dos y cuarto en punto, amenizados por la melodía de la charanga y Banda de Gaitas, los 12 camareros contratados por la organización comenzaban a servir los diferentes platos. En la improvisada cocina junto a las carpas de la comida, los cocineros echaban a la cazuela las últimas patatas que más tarde acompañarían la carne. ‘Llevamos aquí desde las nueve y media de la mañana’, recordaban Toño, Andrés, Manuel y Alejandro, cuatro experimentados cocineros de O Carballiño encargados de su elaboración. ‘Este año cocinamos más de 600 kilos de carne de raza cachena criada en la Sierra do Quinxo’, resumían. Sobre la peculiar empanada, el alcalde Ramón Alonso explicaba que ‘las preparan las panaderías locales y este año fueron más de 200 unidades’, matizaba con orgullo tras constatar la consolidación de esta fiesta que nació hace seis años con el fin de ‘promocionar los productos locales y atraer gente al pueblo’.

Ayer, grandes y pequeños compartieron mesa y mantel para degustar la sabrosa empanada, ‘pero hasta hace unos años solo los más mayores sabían de su existencia’, recordaba Alonso.


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