La sala de los Arcos de Celanova ha sido el escenario escogido por Félix Rivas Pérez, un acuarelista y diseñador gráfico que veranea en Bande, para presentar su primera exposición en Ourense.
La sala de los Arcos de Celanova ha sido el escenario escogido por Félix Rivas Pérez (Sevilla, 1949), un acuarelista y diseñador gráfico que veranea en Bande, para presentar su primera exposición en Ourense. La colección se puede visitar hasta el próximo domingo, 16 de agosto.
¿Qué hace un sevillano en el corazón de la Baixa Limia?
Pues, como la gran mayoría, estoy aquí por amor. Mi mujer es de Vilameá de Bande y, siempre que podemos, venimos a veranear al pueblo. Yo conocí Galicia en mi viaje de novios y con él, la piedra. Porque hasta entonces en mi paleta predominaba el verde y el blanco de Andalucía. Allí, las casas, los edificios y ¡hasta los cementerios son blancos!.
¿Cómo definiría la exposición?
Es una colección de 50 acuarelas de las que están expuestas 30, sobre el patrimonio de Ourense que pinté en el último año. Una parte importante de las obras están relacionadas con Celanova, sus monumentos y tradiciones, pero también están algunos de los templos más importantes de la provincia, y tesoros por descubrir como la ermita de Ferreira (Entrimo). es muy inspiradora la provincia de Ourense.
¿Qué es lo que más le sorprende de Ourense?
Lo poco explotado que está turísticamente hablando, en general, todo el interior. Solo en Bande tenemos el yacimiento romano, el Xurés, Santa Comba, las termas,... y no se le da ninguna importancia. ¡Si se enteran los sevillanos! En Andalucía o Madrid solo se habla de las Rías Baixas y Santiago, parece que no hay más Galicia. Pero lo cierto es que el interior guarda grandes joyas de arte monumental y paisajístico.
¿Por dónde habría que empezar?
Por la vegetación. No se puede permitir que la maleza llegue a las casas y, el propio parque del Xurés no se puede mantener sin intervención. Yo creo que los ayuntamientos tienen que implicarse más en la limpieza de fincas y caminos. Y después, la promoción. Porque los medios de transporte son extraordinarios y ya han reducido los tiempos de conexión.
