El nombre del destinatario y una letra en el reverso custodiaban un décimo con el número 65496 para el sorteo de Navidad. “Estamos moi contentos, moi agradecidos”, comentaba Zacarías González, quien se emocionaba a la hora de narrar como, por segundo año consecutivo, este pequeño gran gesto que sirve para unir más si cabe a los habitantes de esta aldea de la montaña de Lobios y, quien sabe, obsequiarles un pellizco en el caso de que sea el número agraciado en la jornada del 22 de diciembre. “Non tenía por qué hacerlo otra vez, es un gesto maravilloso. Hace unos días comentamos, se dudaba si volvería a hacerlo otra vez…y mira”, relataba Antonio, otro vecino, portando el boleto sellado en la administración “Los picos de la suerte”, en Segovia.
Zacarías fue el primero en descubrir, el lunes por la mañana, el misterioso sobre en el buzón y el encargado de avisar, por el grupo de WhatsApp de A Vila, que Ratón -como cariñosamente lo han apodado en el pueblo- lo había hecho otra vez”. Y es que, a pesar de que son pocos -y bien avenidos- el autor de este aguinaldo -tal y como lo describía Nieves León- es todavía una incógnita en A Vila.
“Cada sobre trae una letra y uniendo todas, porque somos 13, juntamos ‘Felices Festas’”, desvela Rosa Paz
Nadie en el pueblo se ha adjudicado la autoría y aunque los agraciados tampoco han querido preguntar mucho, tienen sus sospechosos. “Eu non digo nomes, para que non haxa revolución, pero estou seguro ao 99,99%”, comentaba Zacarías, que sospecha del mismo candidato que tiene Rosa Paz, aunque ninguno se lo haya preguntado directamente. “Lo bonito, si es que es esta persona que pensamos, es que tiene un cómplice en el pueblo. Porque se él marchó el lunes a las nueve y, a esa hora, una vecina miró en el buzón y no tenía la carta”, comentaba Rosa, quien desvelaba además el otro misterio de este año. “Cada sobre trae una letra y uniendo todas, porque somos 13, juntamos ‘Felices Festas’”.
Trece casas y 28 vecinos que ahora esperan con ilusión la llegada del sorteo. “Se toca, o celebraremos ao grande”, coincidían los presentes, aunque el mejor premio es el que comparten cada día, con una unión que extienden a los veraneantes que cada año regresan al pueblo a pasar las vacaciones y disfrutar de las fiestas de San Lorenzo… el décimo ya es otro cantar. “O ano pasado cando se enteraron, moitos quixeron o mesmo número pero, cando foron a mercado, xa non o había. Esgotouse enseguida!”, recordaba María Pérez.
