La junta vecinal de Guxinde, en el concello de Entrimo, ha dado un paso adelante a lo largo de este mes de agosto para evitar que la iglesia de la localidad, que data del siglo XVIII, siga deteriorándose con el agua de la lluvia que se filtra a través del tejado. Contribuyeron con fondos propios para reparar el templo, con aportaciones también de la Iglesia y la pedanía.
El origen del problema está en la década de los sesenta del siglo pasado cuando se llevó en el inmueble religioso “una intervención muy agresiva”, tal como se recoge en la memoria en la que se evalúa su estado. En ese momento, se destruyó la cubierta de madera y teja, sustituyéndola por una forjado de hormigón y una cobertura de losetas de pizarra. Además, se alteró la configuración volumétrica de la nave y del cabecero, con la eliminación de los brazos de crucero e igualando las alturas. El arco y las pilastras se destruyeron y se construyeron unos ventanales con celosías y vidrios de colores.
La asociación de vecinos de Guxinde inició las obras de remodelación y rehabilitación tanto de la iglesia como de su entorno. La entidad vecinal aprobó en junta extraordinaria un presupuesto de más de 5.000 euros para ejecutar las obras, que incluye la remodelación del tejado. Ahora, precisan aportar más fondos o bien recibir donativos para una cancilla. Un primer paso a la espera de una remodelación más completa, asegura el párroco, Ildebrando Gaviria.
El templo aun conserva valiosos elementos arquitectónicos del siglo XVIII como la espadaña del frontal.
