Los hechos ocurrieron el pasado sábado cuando, sobre las 19,20 horas, se tuvo conocimiento de un desprendimiento de piedras de grandes dimensiones sobre la calzada, sin que hubiera que lamentar daños, pero que en un primer momento obligó a cortar los dos carriles en dirección Ourense. “Esperamos que os traballos se desenvolvan na maior brevidade posible, trátase dunha estrada con moito tráfico, moitos camións”, comentaba la alcaldesa, María del Carmen Yáñez.
Técnicos de la Axencia Galega de Infraestruturas inspeccionarán el estado del talud, por si es necesario realizar algún trabajo de consolidación adicional, si bien fuentes de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade comentaban que el desprendimiento, “como consecuencia das intensas chuvias dos últimos días, é de pouca entidade” y que se prevé completar la retirada mañana.