Hace tiempo que la ley prohíbe la discriminación laboral por razón de sexo: pero aún las mujeres siguen en desventaja en sueldo y promoción, ya que atender a la familia sin perder terreno en lo profesional es difícil, más, por supuesto, para la mujer, o sea, que no es posible atender bien a los hijos y a la profesión, de ahí que las mujeres sean más en los empleos peor pagados; aunque sean mayoría de los graduados universitarios.
La explicación está en que los embarazos suponen interrupciones. Pero, si no hay niños, ¿cómo se desarrolla la sociedad? Lo estamos viendo: una población envejecida y empobrecida porque no se renuevan las generaciones, y si no hay población joven, no hay emprendedores ni crecimiento económico. Así, ¿no deberían tener las mujeres un plus profesional por cada hijo?, porque siempre la maternidad tiene para la mujer un coste de oportunidad, de ahí que el ser madre implique rebajar las aspiraciones profesionales, y esto desincentiva la maternidad, o sea, que existe una especia de discriminación de fondo que deja en desventaja a las madres, y esto se debería cambiar, y aquí hay un reto para los políticos. ¿Quieren votos? ¡Hala! A lo práctico.
