DEBATE DEL ESTADO DE LA NACION, DESIDIA

La desilusión ha dejado paso ya a la desidia, al desinterés, a la apatía ante los llamados debates del Estado de la Nación.
Las razones de su creación y desarrollo tienen una finalidad, una razón de ser, establecer un punto de inflexión en cada año de la duración de la legislatura, marcar una pauta del estado de cosas que preocupan, que interesan al ciudadano y su correspondiente traslado a la clase política. Nacen para ser la tribuna en la cual, unos y otros, nos justifiquen su quehacer diario, el resultado de su trabajo, de sus 'dedicaciones exclusivas', de sus comisiones, dietas y demás complementos, de sus propuestas. En definitiva, sus elevadísimos honorarios.

Pues bien, nada de esto ha sucedido, y esto explica la desidia y el desinterés del ciudadano por este mal llamado a día de hoy Debate del Estado de la Nación, con el agravante de la situación -por no decir catástrofe y ruina- en la que nos encontramos. Hemos visto, a una -permítanme que utilice este término- casta política decadente, falta de ideas, desacreditada por completo con sus actuaciones y declaraciones diarias. Hemos visto a una casta política incompetente, inútil, ineficaz, inepta, incapaz de reaccionar, inhabilitada para corregirse, para reciclarse. Una casta cuyos únicos argumentos son el 'y tú más'. Una casta política prepotente, soberbia, y lo más grave, una casta política lejos, muy lejos del ciudadano, una casta política de burbuja.

Hemos visto a un tal Mariano, presidente del Gobierno, sin ideas, justificando lo injustificable, incapaz de asumir que sus mal llamadas recetas son un auténtico desastre, por no decir agravantes de los problemas ya de por sí, graves. Ah, eso si, jaleado en cada una de sus vacías declaraciones, de sus silencios inexplicables (casos de corrupción), por las mesnadas que lo respaldan, a los cuales debe el lugar que ocupa, y éstos a su vez deben también sus oportunas amnistías, prescripciones, reformas, etcétera.

En cuanto a la oposición, no existe como tal. Sobra decir que la encabeza un líder jovencísimo, prometedor, que acaba de llegar a la vida política, un tal Rubalcaba, y lo grave, lo sangrante, es que ambos -Mariano y el mencionado- son los representantes legítimamente elegidos por la mayoría de los ciudadanos. Así nos va.

Cambio de canales. Vuelvo a donde estaba y sigue un tal Mariano con sonrisa bobalicona aplaudido por ineptos con trajes de Armani, pagados por todos y cada uno de los ciudadanos que vivimos por encima de nuestras posibilidades.……Pulso el off. Que suceda lo que tenga que suceder,……es la desidia en estado puro.

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