FECHORÍAS, CHARLATANES Y EMBAUCADORES

Da igual. Son los malabaristas del engaño y la mentira. Disfrutan de una cierta ventaja, porque utilizan el disfraz en la palabra para vender sus deslumbrantes promesas. A estas alturas del siglo XXI todavía juegan con la ventaja de la impunidad. Para actuar con eficacia están divididos en grupos, ya que el mercado de productos es muy amplio.
Los políticos que ahora gobiernan nos vendieron a través de la charlatanería lo siguiente: Que poner en marcha el copago sanitario perjudicaba seriamente a la salud. Que crear tres millones de puestos de trabajo era coser y cantar. Que la subida del IVA era un sablazo de mal gobernante... En cuanto a las reformas laborales, qué decir. Aquellos derechos de los trabajadores, que por justicia así lo eran, ahora son políticamente incorrectos.

Mientras tanto, embaucadores de otro orden (con el consentimiento de las autoridades bancarias), fueron capaces de vender en mercados de alto riesgo los ahorros de personas con escasos conocimientos en inversiones de capital. Ese riesgo era adjudicado a sus clientes, pero no a los vendedores de mentiras. Muchas de estas personas han perdido todos o parte de sus ahorros, pero no así los responsables de ellas, que han salido impunes. Y encima se les facilita el capital necesario para salir de la crisis producida a los demás. Y podríamos seguir relatando milonga tras milonga hasta salir de la crisis.

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