Nos están colando una nueva ley, una más, en contra de la libertad de los padres para educar a sus hijos según su criterio, ya que si el uniforme fue desterrado de la enseñanza pública, fue desterrado en el sentido de que ahora no lo llevan los alumnos sino las escuelas.
Hay que preguntarse, una vez más, por qué el Gobierno tiene tanto miedo al cheque escolar, que incluso está recibiendo apoyos en países de diverso espectro político, incluso como medio para subir el nivel de la enseñanza, ya que en los centros privados existe mayor control, más exigencia y, por supuesto, mejores resultados, de ahí que los padres los consideren mejores.
La mayoría de los estudios sobre los centros privados concluyen que en ellos los alumnos progresan más que en las escuelas convencionales; aunque lo principal es la diversidad de modelos educativos y, en consecuencia, una libertad de elegir de los padres que no es posible sin la financiación pública.
La mayoría de los estudios sobre los centros privados concluyen que en ellos los alumnos progresan más que en las escuelas convencionales; aunque lo principal es la diversidad de modelos educativos y, en consecuencia, una libertad de elegir de los padres que no es posible sin la financiación pública.
