La verdad, señor Feijóo, si tuviera que hacer un balance de lo que ha sido su gestión al frente de la Xunta, lo definiría como 'cine de barrio', o aquel cine ambulante que recorría los pueblos y en el que te anunciaban una película, pagabas y luego siempre te ponían otra que nada tenía que ver. Esa es su forma de gestión hasta ahora, anunciar una cosa y hacer la contraria, verdaderamente todo un sentido de coherencia política.
Empezó mal su andadura nada más llegar al gobierno, su objetivo se centró en un duelo de poder, con Ourense como campo de batalla, para ello no dudó en utilizar como escuderos a personas que deberían, según usted, limpiar de boinas y birretes a todos aquellos que representaban una amenaza para su liderazgo. No le importó lo más mínimo que en su objetivo se fracturara el partido, que personas honradas y trabajadoras fueran tratadas de la forma que se hizo. Señor Feijóo, Ourense no olvida, sabemos esperar para llegado el momento, en la urnas, lugar donde se saldan las cuentas políticas. le pasemos factura a su menosprecio, su arrogancia y su nepotismo.
De igual modo, la película que nos anunció en campaña electoral no se parece en absoluto a los resultados, sólo hace falta echar un vistazo a los datos reales de la economía gallega y se verá como nada de lo que prometió se ha cumplido. Eso sí, es usted el arte de la palabrería, el anunciar proyectos, colocar primeras piedras o prospecciones, pero los resultados son los que son, señor presidente, y eso es lo que ve el ciudadano gallego: más paro, recortes en áreas sensibles, fusiones ruinosas y ahora, como cine de verano, nos sale con el anuncio de una nueva película 'sobran diputados', aunque, a lo mejor, el título debería ser 'cómo tomar por tonto al personal'.
Señor Feijóo, la reducción del número de parlamentarios que propone con el fin de reducir costes solo sería creíble si empezara por las empresas públicas que todavía existen, en privatizar la TVG, o cuando menos cerrar uno de sus dos canales; reducir el número de asesores que tiene a su cargo la administración, y no se trata de comparar si otros tenían más o menos, usted debe ceñirse a la realidad, no al pasado, y optimizar de verdad los recursos necesarios. Deje de ser un político vulgar e intente cerrar la legislatura adoptando acuerdos por el bien de todos, déjese de cine de barrio señor Feijóo, los ciudadanos ya sabemos que siempre nos cambia la película, pero esta vez ya nos hemos dado cuenta
Señor presidente, tiene un verdadero problema de credibilidad y lo tiene porque se lo ha ganado a pulso. No ha gobernado pensando en clave Galicia, lo ha hecho en clave PP y eso suele ser nefasto a la larga, ya que se consigue que ni los suyos se fíen de su persona. En Madrid ya perdieron su confianza, y en su tierra muchos son y somos los que la hemos perdido hace tiempo. A veces como político no siempre se acierta, pero la humildad y la sinceridad deben ir siempre de la mano. La película, señor Feijóo, está llegando a su final, y más de una lagrima habrá, no siempre el protagonista sale vencedor, o lo que sería lo mismo, a veces nadie es profeta en su tierra.
De igual modo, la película que nos anunció en campaña electoral no se parece en absoluto a los resultados, sólo hace falta echar un vistazo a los datos reales de la economía gallega y se verá como nada de lo que prometió se ha cumplido. Eso sí, es usted el arte de la palabrería, el anunciar proyectos, colocar primeras piedras o prospecciones, pero los resultados son los que son, señor presidente, y eso es lo que ve el ciudadano gallego: más paro, recortes en áreas sensibles, fusiones ruinosas y ahora, como cine de verano, nos sale con el anuncio de una nueva película 'sobran diputados', aunque, a lo mejor, el título debería ser 'cómo tomar por tonto al personal'.
Señor Feijóo, la reducción del número de parlamentarios que propone con el fin de reducir costes solo sería creíble si empezara por las empresas públicas que todavía existen, en privatizar la TVG, o cuando menos cerrar uno de sus dos canales; reducir el número de asesores que tiene a su cargo la administración, y no se trata de comparar si otros tenían más o menos, usted debe ceñirse a la realidad, no al pasado, y optimizar de verdad los recursos necesarios. Deje de ser un político vulgar e intente cerrar la legislatura adoptando acuerdos por el bien de todos, déjese de cine de barrio señor Feijóo, los ciudadanos ya sabemos que siempre nos cambia la película, pero esta vez ya nos hemos dado cuenta
Señor presidente, tiene un verdadero problema de credibilidad y lo tiene porque se lo ha ganado a pulso. No ha gobernado pensando en clave Galicia, lo ha hecho en clave PP y eso suele ser nefasto a la larga, ya que se consigue que ni los suyos se fíen de su persona. En Madrid ya perdieron su confianza, y en su tierra muchos son y somos los que la hemos perdido hace tiempo. A veces como político no siempre se acierta, pero la humildad y la sinceridad deben ir siempre de la mano. La película, señor Feijóo, está llegando a su final, y más de una lagrima habrá, no siempre el protagonista sale vencedor, o lo que sería lo mismo, a veces nadie es profeta en su tierra.
