NO AL MERCADEO CON NIÑOS

Una mujer canaria le dice a su vecina que le ha guardado un secreto por miedo, pero que no podría seguir viviendo sin contárselo. Tal secreto vendría a ser que allá por el año 1982 tuvo conocimiento durante una estancia en el hospital de que uno de sus bebés le había sido robado tras un parto gemelar (ambas estaban en el mismo hospital) con el fin de cederlo a una familia de alto poder adquisitivo; uno de tantos casos de niño robado.
Cuesta entender la facilidad con que algunas personas relacionadas con la Iglesia, profesionales de la medicina, o del entorno judicial y hasta los propios servicios sociales han facilitado la cesión a terceros de los hijos supuestamente robados a sus madres penalizando su soltería o su estado de necesidad. A mí en particular, en su día me sorprendió mucho comprobar personalmente como en las actas de nacimiento de numerosos partos inscritos en el Registro Civil, se podía leer: 'hij@ de padres desconocidos'. Tal vez es ahí donde habría que investigar, ya que el declarante de la inscripción podría muy bien ser el comprador. Esto es, el falso padre/madre de dicha criatura.

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