Paula, Arancha, Antonia, Sofía, Soraya, Antonia, Rosa, Pastora, Miriam, Carmen, Ana, Eloisa, Purificación, Any, María, Lola, Brenda, Chus, Cristina, Patricia, Mercedes, Beatriz, Eli, Rosa María, Elodia, Eva, Rocío, Nuria, Laura, Cariño, Preciosa, Araceli, Ángeles, Diana, Olga, Alejandra, Claudia, Belén, Margarita, Soledad, Verónica.
Todas y cada una de ellas llevan un trocito de mi corazón. Hijas de un mundo forjado a fuego con la palabra fortaleza. Todos los días somos bendecidas por algún hecho pasajero que deja su muesca en nuestra alma, un beso, la caricia de un niño, un sueño que se hace realidad, poder seguir respirando. Vivir es mi exordio, disfrutar, luchar un argumento, respirar un final. Las mujeres somos libros abiertos, leído engancha tanto, que el final siempre queda abierto, siempre hay un resquicio para la esperanza, un rayo de luz que atraviesa nuestro camino hacía la paz del cuerpo. Sí, soy mujer, y orgullosa de ello, disfruto de mis generosidades todos los días, adoro esos pequeños errores que me ayudan a determinarme, qué sería mi vida sin ellos. Espero que los 365 días venideros sean siempre de la mujer, para la mujer, de ella.
