el paciente inglés

La llamada a ser la gran alternativa a los dos grandes partidos tampoco sabe inglés.
Eso no es lo grave, sino que parece no importarle demasiado. Se lo confesó hace poco a esa periodista que habla más que sus entrevistados y cuyo objetivo parece desenfocado; hacia su ombligo concretamente. La rosa que está ganando adeptos en detrimento de la gaviota y de aquella otra de la que se marchó y ahora está marchita, pierde de vista que la importancia de saber inglés tiene mucho que ver con lo que se dice en los corrillos que se forman en las cumbres internacionales. Es entonces cuando nuestros presidentes deambulan con la mirada perdida sin enterarse de nada. Porque lo previsible es lo que traducen los intérpretes, pero la chicha está en el cuchicheo... y dominar inglés no es que sea imprescindible, es que es lo mínimo que yo exijo a alguien que nos represente a todos. You know what I mean? Pues eso.

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