Ocurre frecuentemente que tienes conocimientos de alguna cosa y sobre ello aconsejas a alguien diciéndole 'esto es bueno'. Se muestran interesados, pero realmente están pasando de ti. Otros, más sinceros, te cortan por lo sano y te dicen 'yo no creo en esas cosas'. Cada uno tiene derecho a... tener derecho, pero me parece un despropósito, porque yo no les pedía nada a cambio.
Esto me vino a la mente cuando pensé en que estamos en el Año de la Fe y me acuerdo de la frase del obispo de Ourense: 'Una vez más, se necesita querer creer'. Podríamos pensar que apañados vamos los cristianos cuando tus amigos no tienen fe en ti y te mandan a 'freir espárragos'. Pero en la fe cristiana no existe el problema como podría ser aquello en 'lo que se tiene conocimiento', porque si se tiene dos dedos de frente se sabe que para la nueva evangelización no necesitas convertir a nadie sino dar razón de tu fe con tu vida: testimonio de aquello en lo que crees.
La conversión es cosa del Espíritu Santo, lo que sí es necesario es dejarse utilizar por Él. Fiarse de Él y no desa-nimarse, porque al fin también yo necesito querer creer y de verdad decir 'amén'. Si damos testimonio de Dios y de sus cosas ante sus criaturas, el Hijo dará ante el Padre testimonio de nosotros y nos lo pagará, pues que, como dice San Agustín 'tú pagas deudas que no debes'.
La conversión es cosa del Espíritu Santo, lo que sí es necesario es dejarse utilizar por Él. Fiarse de Él y no desa-nimarse, porque al fin también yo necesito querer creer y de verdad decir 'amén'. Si damos testimonio de Dios y de sus cosas ante sus criaturas, el Hijo dará ante el Padre testimonio de nosotros y nos lo pagará, pues que, como dice San Agustín 'tú pagas deudas que no debes'.
