Sara Montiel, Margaret Thatcher y Bigas Luna

El destino ha querido que Sara Montiel y Margaret Thatcher abandonaran este mundo el mismo día (08-04-2013). La necrológica noticia me ha animado a escribir unas breves líneas que pretenden ser de recuerdo y, al mismo tiempo, de sencillo homenaje a dos personalidades, sin duda, absolutamente contrapuestas. Mientras la artista que sublimó el cuplé será recordada como el gran icono erótico de la España del nacionalcatolicismo, la británica Dama de Hierro pasará a la historia como la más firme defensora del conservadurismo político europeo.
A Sarita Montiel la tuve a mi lado, allá por la década de los años sesenta del siglo pasado, concretamente, en el tendido de sombra de la barcelonesa plaza de toros Monumental. Estaba guapísima e iba acompañada de un médico norteño, a la sazón, marido suyo. Recuerdo que, a la salida del festejo taurino, la pareja salió escopeteada, paseo Sant Joan arriba, para eludir el acoso de los fans.

Unos años más tarde, me volví a encontrar a la manchega en la plaza Catalunya de El Prat, acompañando a Josep Borrell en un mitin del PSC. En aquella ocasión, me hizo una valoración de su ocasional compromiso político, aunque, la verdad, no entendí demasiado lo que me soltó.

A Margaret Thatcher, de alguna manera, también la conocí personalmente. El virtual 'encuentro' tuvo lugar hace unos años en el famoso museo de cera de Madame Tussauds de Londres. Me fotografié muy cerca de su estatua e, incluso, alcancé a percibir de reojo su fría mirada.

Por último, al bueno de José Juan Bigas Luna, fallecido unos días antes, tuve el privilegio de entrevistarlo para la Agencia Efe, en playero escenario, una tarde que ya estaba plegando velas del rodaje de su estrambótica película 'La teta y la luna'.

DESCANSEN LOS TRES EN PAZ.

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