Indignada quedé yo al ver la etiqueta de una falda que me quería comprar en una famosa franquicia,y cuya talla más grande era la M. Sí, como lo leen. Es verdad que yo no soy una top model, pero tampoco me considero la más gorda del mundo, y aunque lo fuera. Y a pesar de que entro en la falda, todo hay que decirlo, tengo el típico cuerpo de la mujer con curvas y una talla más me estaría mejor; pero no tuve la opción de coger una L, porque simplemente no existía. Me parece una aberración. ¿Qué pasa, que las de la talla L, y ya no digo las de más talla, no somos de Dios?
El verdadero problema de esto, sin entrar en los alegatos ya conocidos de la anorexia y la bulimia, es que estamos hablando de tiendas low cost y con los tiempos que corren, yo y la gran mayoría de la población de este país, no nos queda más remedio que comprar en ellas. Y ya no es una cuestión de autoestima, porque yo soy consciente de la edad que tengo y de los cambios que sufre mi cuerpo con ella. Pero hay mujeres más jóvenes cuya autoestima puede quedar por los suelos. Yo ando por la calle y la mayor parte de las mujeres que veo tiene curvas y no miden todas 1,75 y pesan 50 kilos (gracias a Dios), tiene que haber de todo . Y lo que más me indigna sobre todo es que en este país tragamos con todo y se chove que chova, o como diría yo cuando me canso de ser abogado de causas perdidas, me pongo el chubasquero y por mi como se chove m... Lo malo es que cuando ésta me llega a la nariz, tengo que contarlo, porque vuelvo y repito que es indignante y, sobre todo, una falta de respeto hacia la mujer por parte de estas franquicias.
Y no es una broma, ya vi varias etiquetas con este tallaje, dentro de nada harán solo la XS, y me pregunto yo donde se la pondrán la mayoría de las mujeres. De sombrero, porque si no no me explico.
En fin, no sé lo que opinaréis, pero yo todavía a esta hora no me repongo de la indignación.
Y no es una broma, ya vi varias etiquetas con este tallaje, dentro de nada harán solo la XS, y me pregunto yo donde se la pondrán la mayoría de las mujeres. De sombrero, porque si no no me explico.
En fin, no sé lo que opinaréis, pero yo todavía a esta hora no me repongo de la indignación.
