Manuel Baltar afirma que la decisión de suspenderla fue unánime entre organización
y vecinos
La decisión del Concello de Celanova y la Diputación, organizadores de la romería Raigame, de suspender la celebración y organizar este año un homenaje a Adolfo Enríquez, párroco de Vilanova que falleció a manos de los ladrones que asaltaron su vivienda y que previsiblemente se llevaron la Virxe do Cristal, sigue causando controversia en la villa.
Los socialistas ya expresaron la semana pasada que no estaban de acuerdo en que la decisión tomada unilateralmente por el PP se hiciera "sin tener en consideración los perjuicios económicos" para los negocios. Ayer fue el turno del BNG que, tras dejar clara su repulsa por el asesinato, acusó al PP de no consensuar las decisiones tomadas y, ante el "malestar xeralizado" y la "incomodidade" trasmitida por la vecinanza, "defendemos o mantemento do programa previsto" y que no sería incompatible con un homenaje al cura.
El presidente provincial, Manuel Baltar, aseguró que no le ha llegado ninguna crítica sobre la suspensión. "O pensamento xeneralizado dos coorganizadores e dos habitantes e residentes en Vilanova, que son parte esencial do éxito da iniciativa, é o estado de conmoción xeneralizada" y recordó que la base de la romería "é unha obra literaria que poñía a Virxe do Cristal, que aínda está en paradoiro descoñecido, como verdadeira promotora deste día". Por eso, "aqueles que no seu momento decidiron poñer en marcha esta festividade, decidiron de forma unánime convertela este ano nunha homenaxe ao párroco", concluía".
