EJÉRCITO

48 horas marcando el paso en Celanova

La patrulla del Batallón de Zapadores (BZAP) de la Brigada de Infantería Ligera (BRILAT) "Galicia" VII muestra sus habilidades y su material de trabajo a los escolares de Celanova. Además, también se darán a conocer a los vecinos de la localidad en la Plaza Mayor de la villa. 

 

Un batallón de 292 personas recorría ayer, en sentido inverso, el camino natural de San Rosendo en el tramo comprendido entre Ourense y la villa de Celanova. La marcha militar, protagonizada por los Zapadores de la Brigada de Infantería Ligera (Brilat) "Galicia" VII, continuará hoy hasta la localidad de Os Baños (Bande), para completar una prueba preparatoria de 60 kilómetros. 

El itinerario "reúne los requisitos que el batallón necesita para una marcha de 48 horas, está poco transitado y cuenta con muchas pistas y carreteras", reconocía el teniente coronel Alberto Salas. Su presencia, de las más masivas que han recorrido esta antigua vía de peregrinación, fue aprovechada por el regidor local, José Luis Ferro, para señalar y promocionar un vial "en el que estamos trabajando para que sea un ramal xacobeo del Camino de Santiago", dijo.

En encuentro se produjo en plena Praza Maior, donde durante toda la jornada y de forma excepcional, el batallón organizó una exposición estática de todos sus medios técnicos y terrestres. Recursos indispensables y vitales para completar misiones internacionales, desde Bosnia hasta Pakistán, pasando por Kosovo, Líbano, Afganistán, Iraq, Malí o la Antártida.

Los zapadores son los ingenieros que proporcionan apoyo al combate de las unidades de maniobra (infantería y caballería) pertenecientes a la Brilat. Entre sus tareas se encuentra el apoyo a la movilidad y a la contramovilidad, "facilitando el paso a las unidades sobre el terreno y dificultando la libertad de movimiento al enemigo", explicaban los militares que, durante toda la jornada, atendieron la curiosidad de los celanoveses que se acercaron a las distintas carpas. 


Recuerdos de la mili


Unas visitas que, en sesión matutina, estuvieron protagonizadas por decenas de jubilados a quienes la exposición les trajo agradables recuerdos del servicio militar obligatorio. "Esto no tiene nada que ver con lo que vivimos nosotros. Vale más un camión de estos que todos los que teníamos nosotros", destacaban Manuel y José, de la quinta del 66. Impresionados se quedaron también los usuarios del Centro Ocupacional Terra de Celanova que no dudaron en fotografiarse con los vehículos blindados, los trajes de protección contra agentes químicos o el robot desactivador de minas.

Sobre la marcha, el teniente coronel Salas confesó que "no hemos tenido oportunidad de pararnos a hablar con ningún lugareño, pero por el camino sí que se asomó alguno y nos dedicó palabras cariñosas y de ánimo, que son muy de agradecer", dijo, sin olvidar la hospitalidad mostrada desde el Concello celanovés.

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