La escuela de ciclismo busca terrenos para su circuito BTT

Viejos palés que se utilizaban para los entrenamientos están acumulados fuera del campo
photo_camera Viejos palés que se utilizaban para los entrenamientos están acumulados fuera del campo
La falta de acuerdo con la comunidad de montes motiva su marcha del campo de A Gandarela

La Escuela de Ciclismo Mancomunidade Terra de Celanova busca nuevo emplazamiento donde desarrollar su actividad y también donde poner en marcha un circuito permanente para bicicletas de montaña (BTT) que permita consolidar y reforzar la oferta de esta modalidad deportiva en la comarca. El colectivo dejará A Gandarela, en cuyo campo de tierra venían entrenando desde hace más de tres años, tras un malentendido con la comunidad de montes.

Un supuesto error de interpretación con la titularidad de los terrenos, que se creía que eran municipales, paralizó hace un par de semanas las obras para crear un circuito de entrenamiento permanente en colaboración con el Concello de Celanova. Los comuneros, que en estos años no habían puesto impedimento a los diversos usos que se le ha dado al recinto por este y otros colectivos, trasladaron sus quejas ante los “destrozos” en el campo de tierra y reclaman que se devuelva a su estado original.

Desde la Escuela de Ciclismo dicen respetar la decisión de los comuneros, aunque no la comparten. “Se trató de negociar con ellos, pero no hubo acuerdo. Nos han trasladado que el campo de fútbol debe quedar así para jugar los niños y niñas de A Gandarela”, explicaba Chema Nóvoa, portavoz de la escuela donde, lejos de desanimarse, buscan nuevos emplazamientos donde continuar la actividad infantil y juvenil el próximo curso, y donde poner en marcha, conjuntamente con el Club Ciclista NSB, el circuito permanente.  

El proyecto, para el que contarán con el apoyo y colaboración del Concello de Celanova, tal y como refrendaba esta misma semana el concejal de Deportes, Javier Fernández Pulido, consiste en la creación de una pista con obstáculos, badenes y curvas peraltadas que sirva para el entrenamiento de los chicos de la escuela, pero también para el público en general.

Fomentar el deporte

La creación del circuito sería el primer paso para, en un futuro a corto plazo, y en vista al crecimiento que tiene la práctica de bicicleta de montaña, “organizar una mini-BTT a nivel gallego para reunirnos un día todos los aficionados”, explicaba Nóvoa.

Una veintena de menores forman parte de la escuela de ciclismo que esta semana decía adiós a la temporada ciclista con el último entrenamiento en el patio del colegio Curros Enríquez. 

La construcción del circuito permanente sería importante para darle un impulso a la escuela, “donde no hay límite de edad”, enfatiza Nóvoa, quien explica que hay menores que se anotan con cuatro años para aprender a andar en bici y se quedan, y otros no.

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