Agustín Hernández anunció la paralización de la segunda fase del proyecto, que tenía previsto ir de Celanova a la frontera

Malestar de los alcaldes de Baixa Limia por el frenazo a la autovía a Portugal

Los alcaldes de la comarca de la Baixa Limia expresaban ayer su malestar tras el anuncio realizado por el conselleiro Agustín Hernández de la no ejecución -ni a corto ni a medio plazo- de la segunda fase del eje de comunicaciones entre la A-52 y la frontera portuguesa. El responsable de Infraestruturas visitó las obras de la autovía ?AG-31 entre Ourense y Celanova y, durante la visita, desveló que 'non está planificada' la continuidad del proyecto hasta Portugal, alegando la bajada de la densidad del tráfico y la situación económica.
El proyecto inicial del eje de comunicaciones A-52-Frontera lusa consistía en la ejecución de la autovía entre Ourense y Celanova Sur y, a partir de ahí, hasta Portugal, en una mejora de la OU-540 y la construcción de las variantes de Verea y Bande. 'O reto é por en servizo a autovía e despois continuar coa conservación e mantemento da estrada tal e como esta conformada actualmente', dijo Hernández, si bien matizó que 'o que no significa que no futuro poidamos avanzar no que sería as variantes, pero en todo caso son cuestións que no están planificadas neste momento'.

Sus palabras generaron inquietud entre los responsables locales que llevan años esperando la mejora de la carretera actual. 'Non é unha boa noticia, pero nós seguiremos loitando para que se execute a vía tal e como estaba contemplada: ata Portugal', señala el regidor de Bande, José Antonio Armada. En la misma línea se expresaba el alcalde de Lobeira, Emilio Higuero, que instó a la administración a 'sacar os cartos de onde sexa' para mejorar un vial básico y vital para la comarca. El alcalde de Entrimo, Ramón Alonso, iba más allá y acusaba a la Xunta de abandonar la comarca: 'Na actual OU-540 temos baches escandalosos e, nalgunas zonas, o firme é unha auténtica pena'.

La no construcción de las variantes, cuyos terrenos ya están expropiados (se les ha abonado un 20% del total), supondrá un problema añadido en Verea. El alcalde, Juan Antonio Martínez, alerta de que un centenar de fincas quedarán aisladas si no se ejecuta la obra debido a la concentración parcelaria. Más positiva se mostró Mari Carmen Yáñez, alcaldesa de Lobios, que espera que 'cando a situación económica mellore, seguro que a Xunta retomará o proxecto'.

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