El pequeño municipio de la comarca celanovesa cierra el bimilenario con alrededor de 3.000 visitantes

Quintela clausura el Año Paulino

 El obispo Luis Quinteiro con José López Cid, en la apertura del Año Paulino celebrado en enero. (Foto: Martiño Pinal)
La actuación de la coral de San Miguel de Melias clausura esta tarde, a partir de las 19.00 horas, la celebración del bimilenario del nacimiento de San Pablo en la iglesia de su mismo nombre, en el pueblo de Quintela (Concello de Quintela de Leirado). El único templo de la provincia que está dedicado en exclusiva al apóstol, clausura así 365 días de Año Santo. Doce meses por los que ha pasado por este núcleo de la comarca celanovesa cerca de 3.000 peregrinos, la mayor afluencia de gente en toda su historia.
Satisfacción y pena. Así despide el párroco titular de Quintela, José López Cid, el Año Jubilar de San Pablo. Durante los últimos doce meses, el cura oriundo de la parroquia lucense de San Miguel de Buciños, se ha encargado de adecentar la capilla de San Pablo, escribir un libro sobre el Año Jubilar, trípticos turísticos y acoger a los cerca de 3.000 peregrinos que se han acercado hasta la única iglesia de la diócesis de Ourense que tiene como patrono titular al conocido como ‘Apóstol de los gentiles’. ‘Estoy contento por cómo ha salido todo y claro que me da pena que termine, pero también tengo que decir que me dio mucho trabajo porque me tocó hacerlo todo a mi solo’, señala José López Cid, quien recuerda con satisfacción y orgullo el día que se enteró de la designación de su parroquia, juntamente con la Catedral de Ourense, como lugares ordinarios en la provincia para ganar la indulgencia plenaria. ‘Me vino a la mente la comparación de poner un ratoncito al lado de un elefante’, bromeaba.

Hoy, cuando se celebra la clausura del Año Paulino, ‘miles de personas en Galicia conocen la existencia de esta humilde parroquia que, no tendrá muchos lujos, pero que cuenta con un espectacular retablo en piedra que llama la atención de todos los que nos visitan’, asegura al tiempo que recita las peregrinaciones (a pie, a caballo, en bicicleta, coche o autobús organizadas desde distintos arciprestazgos. ‘Fue una promoción y un acto de renovación espiritual estupendo, pero pudo ser mejor si los sacerdotes de la provincia se lo hubieran tomado más en serio porque, hay muchas razones para motivar a la gente’, lamentaba José López.

Sobre la repercusión que, la celebración del Año Jubilar ha tenido en la promoción del ayuntamiento, el alcalde José Antonio Pérez Cortés, señalaba que ‘fue muy importante porque gente que, de otra forma nunca nos hubiera visitado, ahora conoce el concello y habla bien de el fuera de aquí’, aseguraba el regidor popular, quien destacaba la repercusión económica que la celebración ha tenido en los distintos establecimientos del ayuntamiento.

Acto de clausura

Para aquellos que todavía no han visitado el municipio, ‘ni ganado la indulgencia plenaria’, añadía el párroco local, esta tarde desde las 19.00 horas, la iglesia de San Pablo acogerá una eucaristía con la actuación de la Coral San Miguel de Melias, que podrá el punto y final al Año Paulino en la parroquia.

Todos coinciden: ‘Nunca nos había visitado tanta gente’

Ubicado en un pequeño valle rodeado de montañas en la comarca de Terra de Celanova, Quintela es un pueblo rural donde apenas residen 50 vecinos durante todo el año. ‘Nos fins de semana ou nas vacacións, a cifra é moito maior. Pero sin duda nunca tivemos tantos visitantes como neste Ano Santo’, asegura Modesto Veloso, propietario del único bar del pueblo, el ‘Paso’. Su mujer, Maruxa Pérez, añade que ‘hemos tenido muchísima gente y ha sido una alegría porque traían música y nos animaban un poco a todos. Ojalá no se terminara’, lamentaba. Vecinos y comerciantes, tanto de Quintela como del municipio cercano de Leirado, coinciden en que ‘nadie se esperaba tanta afluencia de peregrinos’. Una presencia que tampoco ha pasado desapercibida para los responsables del Bar Cruce. ‘Nun pobo pequeno como o noso, onde a clientela e pouca, as excursións grandes deixáronse notar’, aseguraba su propietario, José Rivela. Desde la Pensión Miradoiro, María José Romero añadía que ‘la afluencia de gente ha sido constante de enero a junio, pero sobretodo estos dos últimos meses. En nuestro caso, aunque las instalaciones son suficientes para este pueblo, se han quedado pequeñas para este evento’.



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