La belleza del río Arnoia, el pueblo abandonado de Ponte Hermida, las panorámicas desde Airiña da Lera y A Malladoira o el colorido de los bosques autóctonos entre “vereas” centenarias conquistaron ayer a los participantes de la décima primera edición de la “Andaina Concello da Merca”.
EL “ROTEIRO DE A BROA” ALBERGÓ UNA PARTE DEL RECORRIDO QUE INCLUYÓ VISITAS A LOS MIRADORES DE AIRIÑA DA LERA Y A MALLADOIRA
Los exteriores del local social de Rubillós fueron el lugar de salida y llegada de los senderistas, más de 200 según la organización, que calificó de éxito esta primera cita lúdico-deportiva después de la pandemia. “Vese que a xente ten ganas de actividades ao aire libre. Ademais están os camiños limpos e a zona é espectacular, cunha contorna vexetal, soutos e fragas atravesados por camiños de carros empedrados”, describía el concejal municipal José Manuel Taín, quien destacaba el alto porcentaje de participantes de fuera del municipio.
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La propuesta, un recorrido circular de 16 kilómetros, transcurrió en una parte por los senderos del “Roteiro de A Broa”, señalizados desde hace años como ruta de senderismo y que, la pasada primavera, el Concello amplió con dos ramales y un segundo itinerario en A Mezquita, el “Roteiro do San Marcos-Penedo da Moura”. Iniciativas de las que disfrutan los vecinos, pero también los visitantes “que cada día son máis”, dijo Taín.
