El arzobispo surafricano Desmond Tutu gana el XXVI Premio Internacional Cataluña

Mas se lo entregará el martes 3 de junio en la Generalitat

El arzobispo surafricano Desmond Tutu ha ganado este jueves el XXVI Premio Internacional Cataluña, que desde 1989 otorga la Generalitat para reconocer a personalidades y ofrecer a los catalanes ejemplos de la más alta exigencia; en este caso, por su lucha contra el Apartheid y la "activa defensa de los derechos humanos en todo el mundo".

En rueda de prensa en la Generalitat, el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, y el presidente delegado del galardón, el filósofo Xavier Rubert de Ventós, han proclamado al ganador por su "vigorosa y constante lucha por la justicia social y la mejora de las condiciones de los oprimidos, desde una integridad, un coraje y una capacidad excepcionales".

El premio, dotado con 80.000 euros y la escultura de Tàpies 'La llave y la letra', se entrega cada año a personas que han contribuido decisivamente a desarrollar "valores culturales, científicos o humanos" en todo el mundo, y este año ha recibido 162 candidaturas, presentadas por 187 instituciones de 43 países y por los mismos miembros del jurado.

El jurado ha otorgado por mayoría absoluta el premio a Tutu, que recogerá la distinción el martes 3 de junio en una ceremonia que tendrá lugar en el Palau de la Generalitat y que encabezará el presidente del Govern, Artur Mas.

De Ventós ha destacado que, desde su implicación en la lucha para acabar con el Apartheid en Sudáfrica, ha sido "activo en la defensa de los derechos humanos por todo el mundo", y se ha implicado activamente en campañas contra el sida, la tuberculosis, la pobreza, el racismo, el sexismo y la homofobia.

Ha añadido que se le considera la conciencia moral de Sudáfrica, además de icono de la esperanza y un "estadista del viejo mundo con un papel muy importante aún hoy en la reconciliación entre los pueblos".

Homs ha desvinculado el hecho de que el premio haya recaído sobre el arzobispo surafricano del proceso soberanista, al preguntársele por una posible relación: "Lo que nunca hemos hecho ni haremos es utilizar a un premiado para una finalidades más concretas y a corto plazo".

Así, ha dicho que lo hubiera podido ganar él este año o en ediciones anteriores, puesto que el galardón surgió para "identificar colectivamente Cataluña con determinados valores a través de personas que los pueden encarnar", al mismo tiempo que permiten ser ejemplos útiles para los catalanes.

PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Tutu (Klerksdorp, Sudáfrica, 1931) se licenció en la Universidad de Sudáfrica para ser maestro y, posteriormente, en Teología en la Facultad Teológica St.Peter de Johannesburgo, adonde había emigrado con su familia a los 12 años.

En 1978, a raíz de la revuelta en Soweto de 1976, fue secretario general del Consejo Surafricano de Iglesias y se convirtió en una figura "tanto nacional como internacional", puesto que este órgano fue una importante institución en la vida espiritual y política surafricana, desafiando a la sociedad blanca y al Gobierno, y asistiendo a las víctimas del Apartheid.

Además, en 1984 recibió el Premio Nobel de la Paz por su "constante lucha contra el Apartheid"; en 1985 fue elegido obispo en Johannesburgo; un año más tarde, arzobispo de Ciudad del Cabo, cargo que ocupó hasta 1996, y desde entonces ha ocupado diversos cargos académicos y de liderazgo mundial.

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