HUYENDO DE LA CURSILERÍA

Javier Marías se mete por primera vez en la piel de una mujer en 'Los enamoramientos'

Foto: EP
Tenía la sensación de haber agotado todo lo que quería contar, pero Javier Marías recurre de nuevo a la novela con el thriller psicológico Los enamoramientos (Alfaguara).
El escritor se introduce por primera vez en la piel de una mujer para contar todo aquello que se puede hacer en el nombre del amor y reflexionar acerca de la impunidad moral, huyendo de la cursilería porque 'le tengo alergia', afirma.

'No entiendo por qué los políticos influyen tanto, no me parecen muy sabios ni respetables', ha afirmado Marías en la presentación de su libro. Aunque insiste en que 'no se trata de una novela política', el escritor alude de forma indirecta a la connivencia y la tolerancia hacia acciones delictivas y estafas.

'Casi nada escandaliza ya ni parece demasiado malo, y hay una tendencia a no hacer nada, ni condenar a título personal', ha indicado el autor, quien lamenta que las acciones en las que se ven envueltos los políticos 'influyen mucho en los políticos, y eso se traslada a la sociedad'.

La protagonista de esta novela es María Dolz, un personaje a través del cual Marías medita sobre la dificultad de castigar a la persona a la que amas, pero también aborda el enamoramiento, un estado considerado por todo el mundo 'positivo y deseable', por el que se pueden llegar a hacer 'cosas terroríficas'.

A lo largo de sus 40 años de escritor y de sus 59 de existencia, señala que ha comprobado cómo en el amor no sólo ocurren cosas buenas. 'Hay personas que, precisamente por estar enamoradas, pueden ser feroces hacia su pareja y hacia las personas que amenazan su historia amorosa. Es el motivo más grande para cometer crímenes', indica.

El autor de Los enamoramientos confiesa que en esta historia 'sencilla' no se ha sentido 'incómodo' narrando desde un personaje femenino, porque 'no se diferencia de un narrador masculino, aunque lleve 'sostén y falda' --'a veces'--. En este sentido, asegura que 'a la hora de mirar, reflexionar y contar, las diferencias entre hombres y mujeres no tienen por qué ser grandes'.

'DEPENDEMOS DE QUIEN ESTÁ LIBRE'

Respecto a la dimensión pesimista de la novela, Marías matiza que es 'realista'. A su juicio, habitualmente se piensa que cada historia de amor es fruto del 'destino', pero en el fondo 'dependemos de quién está libre', al igual que manifiesta también la narradora de esta historia.

'Hay un elemento de sobras, nos conformamos en gran medida con ellas y dependemos de quién se fija en nosotros y de quién vive en tu misma ciudad', afirma Marías. Además, y aunque esto no quita que le pongamos 'toda la ilusión del mundo a lo que hemos ganado en la rifa', afirma que buscamos 'sustitutos, para llenar huecos que tenemos en nuestra vida'.

Tras su anterior libro, Tu rostro mañana, Marías ha revelado que estuvo a punto de no escribir más novelas, porque estaba 'cansado' y tenía la sensación de 'haber agotado todo lo que tenía que decir en este campo'. Sin embargo, afirma que 'siempre hay historias en la cabeza para contar', aunque no se considera un escritor 'profesional' y se toma 'con relativa calma' la labor literaria.

La novela es el lugar donde 'uno menos se engaña', señala Marías mientras saca un cigarro ('no lo encenderé, no os preocupéis'). El articulista firma con su nombre, es responsable de lo que dice y 'puede ser criticado por ello', señala Marías, pero el novelista es alguien 'más salvaje que no habla en su nombre'.

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