Jorge Drexler pide a los políticos que no castiguen a la música

Jorge Drexler
photo_camera Jorge Drexler. (EFE)

El cantautor Jorge Drexler ha hecho hoy un llamamiento a los políticos para que no castiguen al sector de la música "porque piensan en sus afinidades políticas", aunque también ha pedido a los músicos que no caigan en el "reduccionismo de enfadarse con un cantante porque diga que es de derechas".

"La música no es una entidad política partidaria, no pertenece a ningún partido político, es patrimonio de la Humanidad desde hace por lo menos 45.000 años", ha asegurado Drexler en una entrevista con Efe en la que ha pedido que, si no se apoya a la música, por lo menos no se la ahogue con medidas como el IVA del 21 por ciento de IVA, que se ha aplicado a un sector "agonizante".

El cantante y compositor uruguayo saca mañana a la venta su último álbum, "Bailar en la cueva", que fue grabado a caballo entre Bogotá y Madrid, y que será presentado en una gira por España y América Latina.

Con colaboraciones de Caetano Veloso, Bomba Estéreo, Ana Tijoux y Eduardo Cabra, de Calle 13, el nuevo trabajo de Drexler supone un cambio de dirección en su trayectoria, en la que apuesta por el baile, una de las experiencias "más liberalizadoras" del ser humano, ha indicado.

Y es que el hecho de dejarse llevar "y seguir el ritmo con el cuerpo "para quien tenemos todo muy enraizado en el intelecto y en las emociones, es doblemente beneficioso", indica Drexler, que ha destacado la colaboración que hace en el disco con el músico brasileño Caetano Veloso.

Se trata de la canción "Bolivia", con la que Drexler ha querido realizar un homenaje a este país que acogió a su padre, cuando tenía cuatro años, y a sus abuelos cuando tuvieron que huir de la Alemania nazi.

"El único país que los recibió fue Bolivia" cuenta Drexler, que relata la emoción que sintió al tocar en ese país y ver lo paradójico de la historia: "un país pobre ayudando a exiliados europeos, y ver cómo se invierte el péndulo de la historia. Nos hace reflexionar de como tratamos a los inmigrantes bolivianos en España o Uruguay".

"Me he pasado la mitad de mi existencia en España ayudando a amigos latinoamericanos para venir a tocar aquí y ahora la otra mitad ayudando a músicos españoles a ir a Latinoamérica", ha indicado Drexler, que cree que ambas orillas del Atlántico son un territorio común por su lengua.

En su nuevo disco, Drexler resalta "la esencia de lo que nos hace humanos: muchas cosas cambian, a un ritmo brutal, pero cae la noche y nos reunimos a bailar en la cueva".

Un baile que, dice, no se le ha dado bien espontáneamente, después de haberse criado durante la dictadura en Uruguay.

"A una dictadura militar no le interesaba una experiencia liberadora como el baile, pero además se producía un fenómeno de espejo y el entorno de resistencia en el que me crié, en una familia de intelectuales de izquierdas, tampoco se bailaba. Era como si hubiera demasiada gravedad en el ambiente y otras cosas más importantes que hacer", recuerda.

Y ahora, "enfrentándome al acto de bailar, me enfrento a miedos y a pudores personales", dice el cantautor, que reconoce que, quizá, se deba a que está a punto de cumplir los 50 "y te vas haciendo objetivo del paso del tiempo y te dan ganas de aprovechar".

La letras de las canciones de su nuevo álbum son "más concretas que las otros discos, más sintéticas", aunque no por ello son textos menos trabajados sino que, por el contrario, "ha sido un ejercicio muy duro dejar la mitad de la letra fuera. La que no cumplía la máxima de que todo lo que embellece mata, iba fuera", subraya el ganador de un óscar en 2005 por su canción "Al otro lado del río".

"Son textos muy depurados y filtrados; he dejado mucho fuera con la sensación de sacrificio, pero los textos están en función de una entidad superior que es la canción", defiende.

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