El escritor, economista y académico José Luis Sampedro falleció en la madrugada del lunes en su casa de Madrid a los 96 años.
Sus restos mortales fueron incinerados ayer por la mañana en la intimidad familiar, por expreso deseo del que fuera un referente intelectual y moral que ha querido irse de forma 'sencilla y sin publicidad'. Sampedro murió en la madrugada del lunes, como informó ayer su viuda, Olga Lucas, con la que se casó en 2003, y con quien escribió a cuatro manos 'Escribir es vivir' y 'Cuarteto para una solista'. 'Él dejó expresamente escrito que fuera así', sin ruido y alharacas, precisó la poeta y traductora.
José Luis Sampedro, gran humanista y pensador, tuvo en los últimos años especial protagonismo por su activismo cívico social y unió su voz a la de los indignados y a la de otro rebelde, la del nonagenario miembro de la resistencia francesa, el francoalemán Sthèpane Hessel, que también murió el pasado mes de febrero, y al que escribió el prólogo de su libro 'Indignaos'.
De entre las miles muestras de condolencia y dolor por la muerte del autor de 'La sonrisa etrusca', destacaron ayer en la red la de los movimientos sociales surgidos al calor del 15M y las de miles de ciudadanos que quisieron así decir adiós al humanista. La noticia de la muerte de Sampedro se convirtió así rápidamente en segunda tema mundial en Twitter.
Ciudadanos anónimos, al igual que políticos, escritores, sindicatos, instituciones, ayuntamientos -como Aranjuez, de donde era hijo adoptivo, o el de Santa Cruz de Tenerife- y comunidades -como la de Castilla-La Mancha-, mostraron ayer sus condolencias por la muerte del autor, destacando en la mayoría de los casos la petición de su viuda, Olga Lucas, de que 'se le llore lo menos posible y que se siga luchando lo máximo posible'.
Sampedro fue y así se confesó en la última etapa un hombre enamorado. Un amor que encontró en Olga Lucas (Toulouse, 1947), una traductora y poeta con quien se casó en 2003 y con quien llevaba a cabo 'la teoría de los bueyes: yo me apoyo en ella y ella en mí', decía.
José Luis Sampedro, gran humanista y pensador, tuvo en los últimos años especial protagonismo por su activismo cívico social y unió su voz a la de los indignados y a la de otro rebelde, la del nonagenario miembro de la resistencia francesa, el francoalemán Sthèpane Hessel, que también murió el pasado mes de febrero, y al que escribió el prólogo de su libro 'Indignaos'.
De entre las miles muestras de condolencia y dolor por la muerte del autor de 'La sonrisa etrusca', destacaron ayer en la red la de los movimientos sociales surgidos al calor del 15M y las de miles de ciudadanos que quisieron así decir adiós al humanista. La noticia de la muerte de Sampedro se convirtió así rápidamente en segunda tema mundial en Twitter.
Ciudadanos anónimos, al igual que políticos, escritores, sindicatos, instituciones, ayuntamientos -como Aranjuez, de donde era hijo adoptivo, o el de Santa Cruz de Tenerife- y comunidades -como la de Castilla-La Mancha-, mostraron ayer sus condolencias por la muerte del autor, destacando en la mayoría de los casos la petición de su viuda, Olga Lucas, de que 'se le llore lo menos posible y que se siga luchando lo máximo posible'.
Sampedro fue y así se confesó en la última etapa un hombre enamorado. Un amor que encontró en Olga Lucas (Toulouse, 1947), una traductora y poeta con quien se casó en 2003 y con quien llevaba a cabo 'la teoría de los bueyes: yo me apoyo en ella y ella en mí', decía.
