El historiador y especialista en la Guerra Civil española, Paul Preston, opinó hoy que la gran lección de la contienda y del Franquismo es que los españoles no quieren repetir ni la guerra ni la dictadura; al tiempo que aprovechó para elogiar el éxito de la Transición a pesar de errores.
En un encuentro con periodistas en Santiago de Compostela, Preston criticó que exista una manipulación muy interesada que apunta a que España está al borde de la Guerra Civil. Ni las circunstancias internas económicas y sociales ni las exteriores son para que se repita, recalcó.
Según este especialista en la Guerra Civil, Franco tuvo inmensa suerte en el año 1945, ya que por muchas razones, por una mezcla de cansancio y agotamiento de las principales democracias, a estas no les interesó acabar con la dictadura en España.
Por ello, constató que al generalísimo le dio tiempo a 30 años más de dictadura y de control totalitario de los medios de comunicación y del sistema educativo, lo que facilitó que se propagaran mitos sobre su figura y su supuesta influencia positiva en el desarrollo del país. Según dijo, en Alemania es bastante difícil encontrar partidarios de Hitler, mientras que con Franco se tardó más.
En relación con la situación actual de España, país que cree que ha crecido y prosperado, este conocido hispanista británico entiende que la crispación y supervivencia de disputas relacionadas con la Guerra Civil y el Franquismo la inmensa mayoría del pueblo español no le interesa, ya que le preocupan más otras cuestiones como llegar a fin de mes con dignidad.
En su opinión, la Transición española ha sido un exitazo y reivindicó que fue obra de todos. Nadie, salvo unos locos, querría otra guerra civil, esa es la gran lección, aseveró. Insistió en que, aunque hay problemas, la gran lección es no repetir ni el conflicto bélico ni la dictadura.
LEGADO ENVENENADO
Analizó que la Transición fue, en general, pacífica, aunque apuntó que hubo errores. Entre ellos, consideró como uno de los grandísimos errores lo que denomino legado envenenado y que resumió en la idea de café para todos.
Este hispanista señaló que está de acuerdo con la idea de que el gran problema de la Transición está en resolver el modelo de Estado, aún pendiente. Y analizó que, como ha sucedido con la UE en relación a España y otros países europeos, hay que ir a un sistema que equilibre, lo que se conoce como convergencia, y en el que exista solidaridad entre regiones.
El historiador opinó que en 1977 había que reconocer tres naciones históricas, Galicia, País Vasco y Cataluña, y podría considerarse al País valenciano. Frente a las autonomías inventadas y puestas en comparación con las históricas, Preston abogó por que se tenía que haber ido directamente a un Estado federal.
Admitió que le llama la atención que en España haya más odio hacia los catalanes que, por ejemplo, hacia los vascos o los gallegos. Explicó que lo que conveirte en nacionalistas a las gentes de las autonomías es el centralismo cerril. Frente a esa obsesión de quienes insisten en que España se va a romper, defendió una solución federal.
SIMBOLOS FRANQUISTAS
A preguntas de los periodistas sobre la retirada de los monumentos y símbolos franquistas, Paul Preston reconoció que él es partidario de usarlos educativamente y recordó que no se puede borrar la Historia. Defendió que en lugar de retirar las estatuas ecuestres de Franco habría que colocar una placa que recordase su papel como dictador y que fue el verdugo responsable de la muerte de miles de españoles.
En el caso de los nombres de las calles, admitió que eso tiene que ser otra cosa y que debe ser duro para las víctimas este tipo de homenajes. No obstante, opinó que en Democracia, en estos casos las decisiones que se tomen tienen que ser puntuales y se preguntó que si los vecinos quieren que se mantenga un nombre de una calle quién tiene que decir que no.
CONFERENCIA
El historiador británico Paul Preston impartirá esta tarde, a partir de las 20.00 horas en la sede de la Fundación Caixa Galicia en Santiago de Compostela, una conferencia sobre los corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española dentro del 'Ciclo Os Encontros no Club', organizado por el Club Internacional de Prensa (CIP).
Para el historiador, considerado uno de los mayores expertos en el estudio de la Guerra Civil española, este conflicto bélico supuso el inicio de la era de los corresponsales de guerra. En el encuentro previo con periodistas celebrado este mediodía, avanzó que en esa época hubo una censura feroz en el bando franquista y la normal en tiempo de guerra en el republicano.
Reconoció que por razones humanistas muchos de los corresponsales se identificaron con el sufrimiento republicano.
Analizó que estos grandes periodistas se mostraron indignados por ver la desigualdad de medios entre uno y otro bando de la Guerra Civil y por la ceguera de los gobiernos europeos, que no comprendieron que se decidía la suerte de la democracia universal y se confiaron en que podrían controlar después a Hitler.
Según este especialista en la Guerra Civil, Franco tuvo inmensa suerte en el año 1945, ya que por muchas razones, por una mezcla de cansancio y agotamiento de las principales democracias, a estas no les interesó acabar con la dictadura en España.
Por ello, constató que al generalísimo le dio tiempo a 30 años más de dictadura y de control totalitario de los medios de comunicación y del sistema educativo, lo que facilitó que se propagaran mitos sobre su figura y su supuesta influencia positiva en el desarrollo del país. Según dijo, en Alemania es bastante difícil encontrar partidarios de Hitler, mientras que con Franco se tardó más.
En relación con la situación actual de España, país que cree que ha crecido y prosperado, este conocido hispanista británico entiende que la crispación y supervivencia de disputas relacionadas con la Guerra Civil y el Franquismo la inmensa mayoría del pueblo español no le interesa, ya que le preocupan más otras cuestiones como llegar a fin de mes con dignidad.
En su opinión, la Transición española ha sido un exitazo y reivindicó que fue obra de todos. Nadie, salvo unos locos, querría otra guerra civil, esa es la gran lección, aseveró. Insistió en que, aunque hay problemas, la gran lección es no repetir ni el conflicto bélico ni la dictadura.
LEGADO ENVENENADO
Analizó que la Transición fue, en general, pacífica, aunque apuntó que hubo errores. Entre ellos, consideró como uno de los grandísimos errores lo que denomino legado envenenado y que resumió en la idea de café para todos.
Este hispanista señaló que está de acuerdo con la idea de que el gran problema de la Transición está en resolver el modelo de Estado, aún pendiente. Y analizó que, como ha sucedido con la UE en relación a España y otros países europeos, hay que ir a un sistema que equilibre, lo que se conoce como convergencia, y en el que exista solidaridad entre regiones.
El historiador opinó que en 1977 había que reconocer tres naciones históricas, Galicia, País Vasco y Cataluña, y podría considerarse al País valenciano. Frente a las autonomías inventadas y puestas en comparación con las históricas, Preston abogó por que se tenía que haber ido directamente a un Estado federal.
Admitió que le llama la atención que en España haya más odio hacia los catalanes que, por ejemplo, hacia los vascos o los gallegos. Explicó que lo que conveirte en nacionalistas a las gentes de las autonomías es el centralismo cerril. Frente a esa obsesión de quienes insisten en que España se va a romper, defendió una solución federal.
SIMBOLOS FRANQUISTAS
A preguntas de los periodistas sobre la retirada de los monumentos y símbolos franquistas, Paul Preston reconoció que él es partidario de usarlos educativamente y recordó que no se puede borrar la Historia. Defendió que en lugar de retirar las estatuas ecuestres de Franco habría que colocar una placa que recordase su papel como dictador y que fue el verdugo responsable de la muerte de miles de españoles.
En el caso de los nombres de las calles, admitió que eso tiene que ser otra cosa y que debe ser duro para las víctimas este tipo de homenajes. No obstante, opinó que en Democracia, en estos casos las decisiones que se tomen tienen que ser puntuales y se preguntó que si los vecinos quieren que se mantenga un nombre de una calle quién tiene que decir que no.
CONFERENCIA
El historiador británico Paul Preston impartirá esta tarde, a partir de las 20.00 horas en la sede de la Fundación Caixa Galicia en Santiago de Compostela, una conferencia sobre los corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española dentro del 'Ciclo Os Encontros no Club', organizado por el Club Internacional de Prensa (CIP).
Para el historiador, considerado uno de los mayores expertos en el estudio de la Guerra Civil española, este conflicto bélico supuso el inicio de la era de los corresponsales de guerra. En el encuentro previo con periodistas celebrado este mediodía, avanzó que en esa época hubo una censura feroz en el bando franquista y la normal en tiempo de guerra en el republicano.
Reconoció que por razones humanistas muchos de los corresponsales se identificaron con el sufrimiento republicano.
Analizó que estos grandes periodistas se mostraron indignados por ver la desigualdad de medios entre uno y otro bando de la Guerra Civil y por la ceguera de los gobiernos europeos, que no comprendieron que se decidía la suerte de la democracia universal y se confiaron en que podrían controlar después a Hitler.