El ABO logró la vigesimonovena victoria de la temporada, la más importante, confirmando el ascenso de categoría en un partido reñido e intenso ante el Cambados que encauzó a partir del tercer cuarto.
Estaban esperando este momento desde el mes de septiembre. Después de una Liga maratoniana y dos partidos de la fase de ascenso, el ABO de Augusto Estévez se puede considerar miembro del club EBA, quinta categoría del baloncesto español (siempre que la Federación no se anime a cambiar de nuevo sus competiciones).
Entre Finisterre y el Padornelo nadie tenía la duda que el encuentro contra el Cambados era la final virtual de esta fase de ascenso. Un Cambados siempre acompañado por su marea amarilla en la grada, y asentado sobre los hombros del pivot Iván Villar.
El partido fue reñido hasta el final del tercer cuarto, con cambios de dominio, defensas zonales sin resultado, y por parte ourensana, turno de responsabilidad entre Juan Blanco y Benjamín Estévez, respaldados en defensa por el resto. Bueno para mantenerse, insuficiente para marcar una gran diferencia.
Así las cosas, últimos minutos del tercer cuarto, con una ventaja ourensana de tres puntos, suscep tible de ser rebajada. Entonces, Quique aporta un triple, Juan Quintas otra canasta y Vladi cinco puntos más con estilo de jugón. Un 57-42, mazazo psicológico para un Cambados que buscaba su oportunidad. No la encontró en el último periodo, que dio paso a la fiesta pabellonista.
Estoy orgulloso del equipo. Hemos cumplido el objetivo. Me encantaría continuar, declaró Augusto Estévez, duchado.
ABO: Blanco (18), E. Fernández (7), Piedrafita (8), Peleteiro (2) y J. Quintas (6) -equipo titular-014 P. Quintas, Díaz (2), Estévez (13), Veras (10), H. Fernández, A. Fernández y Pérez (3).
XUVENTUDE CAMBADOS: Sineiro (10), Santos (6), Oubiña (8), Barreiro (3) y Villar (25) -equipo titular- Pombo, Rebollo (2), Insúa, Serantes, R. Fernández (5), Rodríguez y Martínez.
ÁRBITROS: J. González y J. Blanco.
INCIDENCIAS: 600 espectadores.
Entre Finisterre y el Padornelo nadie tenía la duda que el encuentro contra el Cambados era la final virtual de esta fase de ascenso. Un Cambados siempre acompañado por su marea amarilla en la grada, y asentado sobre los hombros del pivot Iván Villar.
El partido fue reñido hasta el final del tercer cuarto, con cambios de dominio, defensas zonales sin resultado, y por parte ourensana, turno de responsabilidad entre Juan Blanco y Benjamín Estévez, respaldados en defensa por el resto. Bueno para mantenerse, insuficiente para marcar una gran diferencia.
Así las cosas, últimos minutos del tercer cuarto, con una ventaja ourensana de tres puntos, suscep tible de ser rebajada. Entonces, Quique aporta un triple, Juan Quintas otra canasta y Vladi cinco puntos más con estilo de jugón. Un 57-42, mazazo psicológico para un Cambados que buscaba su oportunidad. No la encontró en el último periodo, que dio paso a la fiesta pabellonista.
Estoy orgulloso del equipo. Hemos cumplido el objetivo. Me encantaría continuar, declaró Augusto Estévez, duchado.
ABO: Blanco (18), E. Fernández (7), Piedrafita (8), Peleteiro (2) y J. Quintas (6) -equipo titular-014 P. Quintas, Díaz (2), Estévez (13), Veras (10), H. Fernández, A. Fernández y Pérez (3).
XUVENTUDE CAMBADOS: Sineiro (10), Santos (6), Oubiña (8), Barreiro (3) y Villar (25) -equipo titular- Pombo, Rebollo (2), Insúa, Serantes, R. Fernández (5), Rodríguez y Martínez.
ÁRBITROS: J. González y J. Blanco.
INCIDENCIAS: 600 espectadores.
