'Tiene nivel, aunque otra cosa es si sería un refuerzo real', subraya Valverde, que se tomará su tiempo para decidir sobre la continuidad del portugués

André no lo tendrá fácil

André junto a Manu Pérez. (Foto: Xesús Fariñas)
El portugués André, un medio centro de 22 años procedente de las categorías inferiores del Sporting de Lisboa, completó este jueves su primer entrenamiento con el CD Ourense. El día anterior, el miércoles, disputó media hora en el amistoso que los ourensanos jugaron en Vigo contra un combinado del primer equipo, del segundo y del juvenil celeste.
'Tanto la media hora que jugó el otro día en Vigo como el entrenamiento completo de hoy (por ayer) nos hacen ver que es un jugador que tiene nivel para jugar en este equipo, otra cosa es si su incorporación supondría un verdadero refuerzo', subraya Fonsi Valverde, su examinador, que alargará hasta el fin de semana el plazo para decidir si se quedan con André o no (el lunes 31 se cierra el plazo de fichajes).

'No es mal jugador, aunque todos sabemos que no es el que había pedido. Dudo porque es mucho riesgo decantarte por un jugador que no es conocido. Los minutos que jugó en Vigo estuvo bien, se hizo notar, tuvo presencia tanto a la hora de defender como de sacar la pelota. No me desagradó, pero ya digo que tengo dudas, no de su nivel como futbolista, sí de si sería un refuerzo real', añade.

'Es un medio centro con buena salida del balón, fuerte físicamente en apariencia y con un buen manejo con las dos piernas. Pero ya digo, tenemos unos días para tomarnos un tiempo y decidir con calma', remacha el entrenador, que no esconde que están en marcha otras operaciones, eso sí con futbolistas cuyo nombre está guardado en una caja con siete cerrojos.

El domingo volverá la Liga (al sábado se adelanta el partido entre los dos últimos, el Portonovo-Narón, con los ourensanos en la segunda posición y un reto que están dejando pendiente desde hace mucho tiempo, sacar los tres puntos fuera de casa. Porque no lo consiguen desde el ya lejanísimo 12 de octubre, cuando no tuvieron compasión de un Ordes que empezó de muy mala manera pero que ya es séptimo sólo un punto por debajo de la última plaza de promoción.

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