El Arenteiro ya sabe lo que es ganar fuera de casa. Lo logró en el Anxo Carro luego de vencer al Lugo, 0-1, gracias al primer gol de la temporada de Iván Ramos, en el minuto 53, que le permite seguir creciendo dada la igualdad que existe en la Primera Federación. Y si continúa siendo un equipo sacrificado, ordenado, solidario, pero también atrevido, con calidad y talento, quién sabe a dónde pueden llegar con el paso de las jornadas. Porque, en las 14 jornadas que van disputadas hasta el momento, nadie ha sido superior.
El derbi comenzó con mucho respeto entre ambos equipos y con el Lugo llevando el peso, aunque sin ocasiones. La más clara fue para los verdes en el 22 tras una córner de pizarra que ejecutó Pibe y remató solo Álvaro Ramón fuera. El Lugo perdió en ese momento a Jozabed por lesión y los de Munitis lo acusaron mucho. También minutos más tarde el Arenteiro sufrió un duro revés. Un forcejeo por una pelota entre Thiago Ojeda y Marquitos acabo con el jugador verde teniendo que abandonar el campo en camilla. Se está pendiente de conocer el alcance exacto de una lesión que parece fea.
En su lugar entró Iván Ramos y el Arenteiro cambió el dibujo. Le sentó bien, ya que acabó la primera parte siendo dominador y pudiendo haberse ido con el marcador en ventaja si el propio Ramos llega aprovechar el regalo de Thiago Ojeda o el meta lucense no salva el disparo de Chacón tras una buena combinación con Pibe.
En la segunda parte, más de lo mismo. El primer aviso fue otra vez de Luis Chacón que remató de cabeza un centro de Jordán Sánchez tras despejar mal el meta lucense, pero, cuando el balón entraba, Castrín evitó el tanto. Y en el 58 ya no hubo más perdón. Centro desde la derecha de Javi Moreno, no se entienden entre el defensa Castrín y el portero Lucas Díaz, despeja mal el zaguero e Iván Ramos aprovecha para pararla con el pecho y empalarla con la derecha al fondo de la red en lo que era su primer gol esta temporada y el 0-1. Y aún tuvo otra en el 67 con un despeje de la defensa lucense que pegó en Vitra y casi entra, pero paró el meta local.
Corría el reloj y ya se sabe que el Arenteiro, cuando pone el resultado a su favor, sabe manejar los partidos como pocos. Cierto que sufre, también que a veces la suerte está de su lado, pero cuando eso pasa muchas veces, también algo de “culpa” tendrán ellos.
En los últimos diez minutos, más los seis de descuento, hubo que remangarse y sufrir, pero el premio bien lo merecía. Una falta al borde del área en el 83 por mano la salvó la barrera. Un remate de Nacho Quintana desde la izquierda, lo solventó Diego García. Y en el 88, la más clara para los locales. Centro de Carlos Julio, remate preciso de cabeza de Adrián Fuentes y entre Diego y el larguero evitaron el gol. El rechace de Antonetti se fue al poste. Esa pizca de suerte que también es necesaria, ayer a la noche, jugó con los verdes.
El Arenteiro logró la primera victoria de la temporada como visitante, alcanza los 20 puntos y, como dicen en el vestuario verde, este equipo tiene margen de mejora. Pues como sigan así…
