La localidad vizcaína de Balmaseda se prepara para recibir mañana al Ourense. Será a partir de las ocho de la tarde, en el campo de La Baluga en el partido de vuelta de la ronda semifinal de la Copa Federación.
Nadie habla de remontada, pues el 3-0 de la ida parece un resultado demasiado amplio para remontar a un equipo de superior categoría aunque sea delante de una afición fiel y entregada que se tomará, al igual que el club, uno de los partidos más importantes en la historia centenaria del club vasco.
Menos de 48 horas después de caer en O Couto, y tras un duro viaje de regreso tanto por horas de carretera (alrededor de siete) como por el aspecto anímico (recibir un amplio 3-0) el Balmaseda regresó a la competición liguera. Cayó a domicilio por 2-1 ante el Santutxu y se mantiene a cuatro puntos de la zona de promoción de ascenso a Segunda B. Después de tanto trote, el técnico Manu Calleja dio descanso antes de ayer y ayer a la plantilla: "Entrenaremos mañana algo -por hoy-. Estamos con mucha ilusión y ganas de al menos intentar ganar el partido y brindar un triunfo a la afición. La gente tiene ganas de ver a un equipo de superior categoría, es un día de fiesta para todos, como fue en el partido ante el Real Unión".
La Copa, una ilusión
Nadie duda que la Copa Federación "es una ilusión, y la afición el mayor activo de nuestro club", añade Manu Calleja, que no podrá contar con Ricky por sanción. "Los demás jugarán aunque estén tocados, nadie se lo quiere perder", finaliza.
