Brasil limpia sus favelas con lejía y ejército

La Policía militar brasileña no se anda con remilgos trabajando en las favelas.
Un Mundial de fútbol o unos Juegos Olímpicos son escaparates internacionales en los que un país se juega algo más que su prestigio.
Brasil, economía emergente y sospechosa beneficiada de la organización de los próximos Mundial de 2014 y Juegos de 2016, pretende dar una imagen de lugar próspero y seguro para turistas y empresarios, confirmando el lema 'Ordem e Progresso' que luce en su bandera.

Y no hay marcha atrás. El gobierno de Lula da Silva comenzó y el de la sucesora, Dilma Rousseff, continúa la limpieza de las aproximadamente 960 favelas del país, 700 sólo en Río de Janeiro, donde se podrían hacinar más de seis millones de personas.

Para ello se dio carta blanca a la BOPE (Batallón de operaciones policiales especiales), cuerpo especializado en guerrilla urbana que ha penetrado a base de ametralladora y tanqueta en sitios en los que antes no asomaba la Policía: 'Rocinha', 'Morro de Alemán', 'Makakos' o la ya inmortalizada en el cine 'Cidade de Deus'.

Una a una van cayendo, mientras los otrora jefes de la zona huyen, caen acribillados o aceptan la nueva autoridad. Tras el paso de los BOPE, conocidos como 'caveiras' (calaveras), se establecen las llamadas UPP (Unidades de pacificación), encargadas de mantener el orden y la nueva administración.

Uno se pregunta porqué esta drástica medida se toma sólo ahora, cuando estos dos eventos deportivos son inminentes, después de décadas de delincuencia, corrupción y sangre.

En todo caso, esperemos que tanto el Mundial como los Juegos traigan orden y progreso a Brasil. Deportistas ejemplares en lugar de asesinos y traficantes.

Te puede interesar