El Arenteiro puso punto y final a la Copa del Rey en la segunda eliminatoria tras caer ante el Burgos, de Segunda División, por un 1-3. Fue justa la victoria del equipo castellano que se mostró superior desde el pitido inicial y que truncó la esperanza de que, por tercer año consecutivo, volviera a Espiñedo un equipo de Primera División. No se le puede poner ni un pero al equipo verde, si acaso darle aplaudir el hecho de disfrutar de grandes equipos durante tres temporadas consecutivas.
Lo habían avisado ambos técnicos en la previa del choque. Javi Rey ya había afirmado que el Burgos era de los peores equipos que les podía tocar en suerte por su forma de jugar, su intensidad y su juego directo e incisivo. Acertó de pleno. Mientras Jon Pérez Bolo, también avisó que no venían de comparsas y que querían ver en el Plantío ante su gente un partido ante un equipo “top”. Y el guion, sin duda, fue el anunciado.
Salió muy enchufado el cuadro burgalés que en los primeros cinco minutos mandó dos avisos. En el 2, tras saque de esquina remató Álex Bermejo, pero detuvo bien Pablo Brea y un minuto más tarde, tras otro saque de esquina, fue Andy Rodríguez el que remató fuera. Ya no hubo más avisos. En el siete, tras jugada por banda izquierda la pelota le llegó a Álex Bermejo que, tras acomodarse la pelota, la mandó al fondo de la red con un disparo seco y a media altura que sorprendió al meta local.
El tanto visitante espabiló a un Arenteiro que no había entrado bien en el partido. Y casi en la primera llegada logró poner la igualada en el marcador. Fue tras un error del central Elguezabal, que aprovechó Iván Ramos para recuperar la pelota y encontrar un pasillo que recorrió hasta plantarse ante Badiashile, que detuvo el primer lanzamiento, pero no pudo hacer nada en el segundo que el delantero verde mandó a gol.
Tras el empate, el encuentro entró en una fase de despropósitos en ambos equipos, con muchos errores y varias ocasiones. En el Burgos, Andy Rodríguez aprovechó una pelota al borde del área para mandarla por encima del larguero y Álex Bermejo también probó con otro disparo que se le fue fuera por poco. En los locales, pelota al hueco de Esquerdo para Álvaro Ramón, ayer en posiciones más avanzadas. El jugador de Ponferrada entro en el área, recortó a su par y disparó bien, pero salvó el meta burgalés.
Estaban cómodos los de Jon Pérez Bolo que a punto estuvieron de marcar en el 40. Fue un centro desde la derecha de Appin que remató bien Andy Rodríguez, pero la pelota pego en el larguero y se fue fuera. Ya no perdonaron en el 44, aunque fue tras un error de Berardozzi en campo visitante. La recuperó el omnipresente Álex Bermejo que, tras recorrer cuarenta metros, se plantó ante Pablo Brea y lo superó con una sutil vaselina haciendo el segundo gol en su cuenta particular.
En la segunda parte volvió entrar mejor el Burgos que en el 53 hizo el 1-3 y dejó el choque sentenciado. López Pinto entra por la derecha, saca un disparo que corta Pol Bueso, pero el rechace lo caza Appin que fusila a Pablo Brea, que la tocó, pero no pudo impedir el tanto.
Movió el banquillo Javi Rey buscando mordiente ofensiva con Manín, Pibe y Jordan Sánchez, pero el Burgos demostró ser un equipo muy serio, eficaz y también que a día de hoy está un punto por encima del cuadro de O Carballiño. Con todo, tuvieron ocasiones para haberse metido en el partido, como un disparo de Pibe que se fue arriba o un remate de cabeza de Manin, tras falta que sacó Pibe y se le fue fuera por muy poco. También la tuvo Álvaro Ramón, tras un balón largo de Javi Moreno, entro en el área, pero muy atento el meta visitante se le anticipó. E incluso Álex Fernández, pero el remate se le marchó fuera por poco. Lo intentaron hasta el final. En el 93 marcó Germán Novoa tras rechace del meta visitante. El árbitro dio el tanto, pero medio minuto después lo anuló tras indicaciones del línea que entendió que el ourensano había cometido falta en el remate sobre el portero del Burgos.
Se acabó el partido y la victoria otorgaba el pase a dieciseisavos de final al Burgos CF. Fue justo ganador. Al Arenteiro se le acabó el sueño copero, pero poco más se le puede pedir. Y no conviene olvidar que los tres últimos años de los verdes son para enmarcar. Esta vez no pudo ser y toca centrarse en la liga, que esto no para.
