Los resultados no ayudan pero no son el único motivo del frío ambiente que se vive ahora en el Pazo jornada tras jornada. Cuesta llegar a los 2.000 aficionados a un club que llegó a tener partidos de 5.000 con la directiva encabezada por Jorge Bermello.
El club que ahora encabeza Antonio Gavilanes pasa de puntillas por la ciudad. Las actividades alternativas suceden a cuentagotas, la imagen que proyecta el club no es vistosa y la plantilla ya no es reconocible en los colegios.
El COB ha dado un claro paso atrás en apoyo social con la actual directiva y la diferencia es más notable 'por culpa' del trabajo que desarrollaron la directivas anteriores. Ésta ni está ni se la espera.
El COB ha dado un claro paso atrás en apoyo social con la actual directiva y la diferencia es más notable 'por culpa' del trabajo que desarrollaron la directivas anteriores. Ésta ni está ni se la espera.