FÚTBOL PROVINCIAL

Una Copa entre hermanos

Dibujo
photo_camera Héctor y Marcos Otero lucen el polo de sus equipos.

Héctor y Marcos Otero, del Paderne y la UD Ourense respectivamente, se miden el sábado por primera vez en una final

Llegar a una final de Copa y tener que enfrentarse por primera vez a tu hermano. Es lo que le sucederá el sábado a Héctor y Marcos Otero, integrantes del Paderne y la UD Ourense, rspectivamente. No serán los únicos que pasarán por esta situación ya que en 2007 disputándose el trofeo entre equipos de Preferente y Primera Autonómica Tito Currás con el Arenteiro la perdía ante su hermano mayor Nacho, que defendía los colores del Verín, y hace 20 años el portero Tino Portela fue vital en la definición por penaltis para que el Peroxa se impusiera al Pabellón donde estaba su hermano, el central Chicho.

Llegar a esta final de la Copa B es para el jugador del Paderne Héctor Otero (18 de marzo de 1993) algo inédito: "Para mí es una sorpresa, no así para él ya que era normal que la UD Ourense llegara a esta final. Lo que está claro que la Copa se viene para casa. El que más orgulloso y contento está es mi padre".

El lateral del UD Ourense Marcos Otero (21 de octubre de 1996) tiene muchas ganas de jugar el partido: "Estoy muy contento de enfrentarme a mi hermano, algo que es muy difícil que ocurra en cualquier competición y más en una final".

Como es lógico, en los días previos existe cierto pique entre ambos. "Mis padres son neutrales pero en la mesa hay discusiones con él, pero siempre de buen corazón. Al principio hablábamos en el caso de llegar a la final y Héctor me decía que lo tenían más difícil, pero al final estamos ambos", dijo Marcos.

"Hay vaciles en casa donde cada uno tira por lo suyo, lo que pasa -comenta Héctor-, que la balanza está más a su favor pero yo defenderé lo mío a muerte y si puedo desestabilizarlo desde casa... (risas)".

Héctor Otero, que comenzó a jugar con 16 años en el Arrabaldo, marchó luego al Paderne donde cumple su sexta campaña: "A principio de esta campaña el objetivo era formar un grupo sano y que pudiera competir. A medida que pasó la liga vimos que nos podíamos meter en la pelea por el ascenso, pero no lo conseguimos, por eso la final de Copa B se convierte en otro objetivo y conseguirla sería un premio para todos, y más estando mi hermano enfrente".

Los penaltis

La UD Ourense llega como campeón de liga, pero recuerda Marcos que "al principio empezamos algo mal porque no nos conocíamos muchos y una vez que pasaron las jornadas estábamos seguros que íbamos a remontar. En cuanto a la Copa, el año pasado perdimos en semifinales a penaltis y esto mismo pudo pasar mucho antes en esta edición frente al Santa Teresita, pero a partir de ahí y a doble partido estuvimos intratables".

En el Paderne, reconoce Héctor, "está todo el pueblo eufórico, así como los allegados y los que nos siguen cada fin de semana porque para ellos también es un premio y en O Couto tendrán noventa minutos para disfrutar o sufrir si se tiene que llegar a los penaltis".

Según Marcos, "no voy a decir que seamos favoritos pero la gente y los aficionados sí nos dan".

Marcos está acabando el proyecto de INEF y Héctor sigue sus pasos en esta misma carrera.

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